Alegría pura. "Facu" levanta los brazos una vez finalizado el partido. El base cordobés fue uno de los artífices de la gran victoria sobre Serbia.

 

 

El base Facundo Campazzo es clave en Argentina. El conductor cordobés es uno de los líderes emocionales y basquetbolísticos del plantel y ratificó estar al nivel de los mejores del mundo.

Campazzo se forjó en la frustración del Mundial 2014, en medio del recambio de la Generación Dorada y el nuevo armado, con un 11´ puesto, y antes compartió plantel con los campeones olímpicos en Londres. Ahí, con 21 años, ocupó un rol secundario, detrás de Pablo Prigioni, y vio frustrada su chance de convertirse en medallista tras la caída con Rusia.

Sin embargo, la historia del base de piernas rápidas, defensor acérrimo, asistencias de lujo y conversiones ante oponentes superiores en la altura nació en las calles Avellaneda y Quevedo, de Alta Córdoba. La primera vez que entró a un club lo hizo cuando tenía cinco años y se incorporó a Municipal de Córdoba.

Su crecimiento continuó de manera constante, enseguida pasó a Unión Eléctrica, equipo con el que viajó a Mar del Plata para jugar un cuadrangular en el que enfrentó a Peñarol, el destino del jugador que mide 1.78.

El viernes 10 de octubre de 2008 debutó en la elite de la Liga Nacional con Sergio Hernández, actual seleccionador nacional, en la banca de Peñarol.

De esta forma, en el 2012 le llegó el llamado por Hernández para ir a los Juegos Olímpicos, y años después su salto al básquetbol europeo con Real Madrid.

En 2013/2014 pasó al Murcia. Le llegó como una chance de mostrarse y la explotó al máximo desde el 2015 hasta el 2017.

Con esta vidriera, Campazzo, ya titular en los Juegos de Río 2016, volvió a Real Madrid y ganó la Liga ACB de España y se coronó en la Euroliga.