El soplido de las cornetas era una agonía y las manos parecían no tener fuerza para aplaudir. Cánticos desolados salieron de los que decidieron quedarse en el estadio, aún cuando sabían que el trofeo iba a ser cargado por los españoles. Después de los últimos segundos del partido donde los hinchas argentinos hicieron de todo para alentar a la selección, tuvieron que mostrar, que a pesar de la derrota, fueron buenos anfitriones. Así, en el acto de cierre del Mundial de Hockey, quedó sentado que más allá de los resultados, la pasión por el patín, es tan profunda que hasta aplaudieron a los españoles cuando recorrieron parte de la cancha portando el máximo trofeo.
Rápida, tibia, y cargada de tristeza, así fue la ceremonia de cierre. Muchos volvieron a sus casas con el papel picado en el bolsillo.
La entrega de plaquetas y de medallas. Todo fue un trámite que el seleccionado argentino miró desde un rincón, como no queriendo volver a la realidad, como si fuesen niños que acaban de perder su juguete preferido. Cuando el reloj marcó las 22, ya había terminado todo. La mayor parte de la gente salió del estadio ni bien terminó el partido. Pero hubo quienes se quedaron y no faltaron las chicas que aprovecharon la salida de los jugadores para sacarse una foto.