La semifinal entre Chile y Perú no se había jugado y los futbolistas de la Selección Argentina intentaban sacarse la bronca por el pésimo arbitraje del ecuatoriano Roddy Zambrano en la derrota 2 a 0 ante Brasil. Entre caras largas y rondas de mate, no paraban de maldecir lo ocurrido el martes a la noche en el Mineirao. Sin embargo, lejos de querer esconderse en la antesala del partido que nadie quiere jugar, Messi, Agüero y compañía le dejaron en claro a Lionel Scaloni que ellos quieren volver a ser titulares el próximo sábado en San Pablo, en el encuentro por el tercer puesto de la Copa América.

En los diálogos individuales que mantuvo el miércoles con muchos de ellos, el técnico de la Selección escuchó de boca de sus dirigidos que todos pretenden estar presentes de entrada en el Arena Corinthians varias horas antes de que se conociera que Chile será el rival de Argentina el sábado desde las 16. El plantel, incluso, todavía permanecía en Belo Horizonte y le faltaba realizar el último entrenamiento en esa ciudad cuando el entrenador supo de la voluntad de sus futbolistas.

A decir verdad, a Scaloni no le sorprendió la postura de sus jugadores: sabe que tienen un sentido de pertenencia muy grande con la Selección. "La quieren mucho a la Selección, te diría que demasiado", dijo en la conferencia posterior a la caída ante Brasil, todavía indignado por el arbitraje de Zambrano, quien no le dio dos penales a Argentina y además omitió expulsar a Dani Alves y a Arthur en el conjunto dirigido por Tité.

Después de agradecerles el compromiso a cada uno de los jugadores con los que habló, Scaloni les dijo que recién hoy comenzará a preparar el choque del sábado en el Arena Corinthians ante el mismo rival que le ganó a Argentina las finales de las Copas América de Chile 2015 y Estados Unidos 2016, en ambos casos por penales.

Hay una certeza: el técnico, quien seguirá en el cargo al menos hasta diciembre y en lo que queda del año dirigirá los seis amistosos que jugará Argentina, realizará al menos dos cambios frente a Chile: Marcos Acuña y Lautaro Martínez no podrán actuar por haber llegado a las dos amonestaciones.

Ya instalado desde anoche en San Pablo, el plantel argentino seguía masticando la bronca por un traspié que no mereció y especialmente porque se sienten muy perjudicados por Zambrano.

En consonancia con las fuertes declaraciones que realizó Messi en el propio Mineirao tras la caída, la AFA presentó una dura queja formal ante la Conmebol por la actuación de Zambrano y por las omisiones del VAR, que estuvo a cargo del uruguayo Leodán González.

Fue el propio Messi -desde su condición de capitán- quien en medio del dolor por la derrota pidió silencio en el vestuario del Mineirao para dejarles a sus compañeros un mensaje que fue celebrado con aplausos por ellos y por todos los integrantes del cuerpo técnico.

"Quiero decirles que estoy orgulloso de todos ustedes por lo que dieron y que tenemos que estar tranquilos con nosotros mismos porque nos robaron. Muchos de ustedes son el futuro de la Selección, así que vamos a seguir metiéndole para adelante", los intentó levantar Messi, cuyo posterior aplauso encontró el eco de todos sus compañeros y también del cuerpo técnico.

Ese gesto del capitán, sumado al de los titulares que jugaron el martes que le hicieron saber a Scaloni su deseo de dar la cara el sábado, dan cuenta de un equipo dispuesto a seguir luchando. Después de todo, a la Selección no le queda otra si el año que viene, en la Copa América que albergarán en conjunto Argentina y Colombia, quiere ponerle fin a esa molesta racha que llegará a los 27 años sin títulos a nivel Mayores.

 

Fuente: Infobae