Todo tiene su ciclo. Todo llega y para Mónica Vela, el final de su carrera como futbolista es una realidad para darle paso a su etapa dirigencial estando ahora al frente del Departamento de Fútbol Femenino de la Liga Sanjuanina, haciendo realidad ese sueño que tantas veces acunó: tener un torneo con todas las letras para las chicas de San Juan.

Mónica fue pionera. Ella, desde hace más de dos décadas fue impulsora de que el fútbol no sea solo cosa de hombres porque quería avanzar competitivamente y deportivamente. Llevando al fútbol femenino al sitio donde tanto quisieron. Empezó en el básquetbol y su pasión por el deporte fue permanente. Hizo de todo, fletera, puestera de la feria pero siempre con el fútbol.

Fue fundadora de Palermo-Las Cobras un equipo que desandó varios predios -prestados siempre- para poder entrenar. Así, a pulmón y con La Gringa como motor de todas las iniciativas, trascendieron las fronteras provinciales y se animaron a jugarle de igual a igual a chicas que tenían competencia permanente. Así lo hicieron. Así, con la pasión como bandera y con Mónica como estandarte.

Y esta semana, más precisamente este lunes, Vela jugó su última semifinal en el futsal con la camiseta de Palermo frente a La Gloria. Fue derrota pero para ella, fue su triunfo más grande. Ahora, se espera la despedida en el fútbol convencional, en el de 11, que ya jugará la cuarta fecha del primer torneo en serio que se hace en la provincia y en el que Mónica es arte y parte. Es historia viviente y ejemplo de perseverancia en la idea de perseguir un sueño.