No hay vuelta que darle. En finales, cada error te pasa factura. Y eso le sucedió al SEC ante el siempre efectivo Richet y Zapata. Porque el Gremial se equivocó en un par de jugadas y, en un partido parejo, tuvo que rendirse ante el poder de gol del Violeta, que terminó ganando 7-4 el primer chico de la final de la Liga Nacional A-1 de hockey sobre patines.

De ninguna manera se puede desmerecer la victoria de Richet. Al contrario, tuvo la fiereza y reacción para pasar al frente en el marcador en el primer tiempo pese a largar perdiendo. Y después, en el complemento, hizo gala de su frialdad para aprovechar cada espacio que le dio el rival y lo aniquiló con contragolpes.

Si al poder de gol del “Pony” Romero se le agrega la vigencia del “Tatú” Videla y la notable noche de Maxi Oliva (entre los tres hicieron los siete goles) no existen fundamentos válidos para enfrentar ese rótulo ofensivo del equipo de Las Colonias.

El SEC siempre se mostró entero para salir a lucharla. Con vergüenza, entrega y hasta goles. Pero no le alcanzó. Es que hizo un buen trabajo de marca en el inicio del partido. Pero el desgaste le fue quitando piernas, más aún en un piso de parquet como el del “Cantoni”. Y ahí es donde empezó la reacción de Richet. Al gol inicial de Ariel Romero le contestó con dos tantos (Oliva y Emiliano Romero) y se fueron al descanso con un 2-1 cerrado que parecía sería la constante para el complemento. Pero el Violeta eligió esperar en esa etapa y matar de contragolpe. Lo logró y sacó una diferencia de cuatro goles. Reaccionó el SEC pero el partido entró en la recta final y no cambió de dueño.