Polémico por donde se lo mire. Si algo le faltaba a la serie entre Independiente y Santos era una suspensión por incidentes. Y así fue. En San Pablo, el encuentro revancha de octavos de final no pudo concluir a falta de diez minutos para el final. Empataban 0-0 cuando el árbitro chileno Alberto Bascuñán decidió terminar el encuentro debido a un intento de invasión de los hinchas locales.
Luego del empate sin goles de la ida y la mala inclusión de Carlos Sánchez, la Conmebol dio a conocer su veredicto a apenas ocho horas antes de la revancha. Falló en favor de Independiente, le dio el partido por ganado 3-0 y eso derivó luego en la bronca de los locales, que motivaron la suspensión del encuentro.
Independiente se enfrentará en cuartos al ganador del cruce entre River y Racing.
En lo futbolístico, el Rojo salió decidido a cerrar la historia. Pero el Santos peleó y pegó. Los locales abusaron del juego fuerte, pero no recibieron amonestaciones de parte del juez chileno, que además obvió un penal de Lucas Verissimo a Maximiliano Meza. La primera clara fue para el conjunto brasileño, con un mano a mano que Campaña desactivó ante Gabriel. El Santos luego obligó al equipo argentino a replegarse y lo apretó, pero sin peligro. Hasta que una contra le daría al Rojo la más clara: a los 44, Vanderlei bajó a Hernández y el árbitro cobró penal pero el arquero le tapó el remate a Meza. En el segundo tiempo, el local volvió a controlar la pelota pero sin éxito. Y a muy poco del final, viendo que la historia ya estaba decretada, los hinchas locales provocaron el triste final.