Es el mejor y de eso no cabe duda alguna. Usain Bolt, de Jamaica para el mundo entero, viene de conseguir un nuevo oro en su especialidad. Venció en la final de 100 metros llanos en el Mundial de atletismo que se disputa en Beijing a Justin Gatlin, el máximo favorito. El "Rayo" jamaiquino para llegar a convertirse en el máximo ganador histórico de los torneos ecuménicos de este deporte, dejó mucho de lado para cumplir sus sueños. Tanto que llegó a diseñar una pista propia en su casa y fue capaz de romper con cuatro años de noviazgo para prepararse mejor.

Para eso hay que remontarse al 2012, cuando previo a los Juegos Olímpicos de Londres, dejó en la puerta del altar a Lubica Slovak, una hermosa rubia que revolucionó a todo Jamaica cuando celebró (con beso incluido) a Bolt tras conseguir un oro en Pekín en 2008. Tal fue la sorpresa para los jamaiquinos, que hasta llegaron a tildar al atleta de racista, por haber elegido a la rubia y no a otra chica de raza negra. Claro que ese no fue el motivo de la ruptura; Bolt aclaró, tiempo después, que terminó con el noviazgo porque necesitaba prepararse mejor y dedicarle más tiempo a sus entrenamientos y así no podía seguir manteniendo ese noviazgo.

Nacido en una familia adinerada, el plusmarquista es un símbolo en Jamaica. Y no sólo eso, es toda una estrella mundial y referente para muchos. Él y sus logros, consiguieron volver a poner el atletismo en primera fila. Entregado a su pasión, Bolt tiene una pista de atletismo en su casa. Quiere seguir siendo una estrella internacional, estatus que logró hace siete años.

En su país, sin duda, es el héroe: no en vano esta disciplina es deporte nacional en Jamaica. Allí, los niños corren en el colegio y una carrera escolar puede congregar a miles de espectadores. Entrenan sobre hierba y descalzos, dando un halo mítico al deporte. Y eso a Bolt le gusta, como le gusta el espectáculo.

El jamaiquino tiene su propia carta que lo identifica. Su festejo en cada victoria con ese gesto tan particular que apunta al aire, lo hace único. Esos triunfos han conseguido que "Puma" vendiera más que nunca, porque Bolt es su imagen y además de ganar medallas sabe entretener al público.

El "Rayo", eso mismo que corrió con el príncipe Enrique de Inglaterra y hasta le ganó a un colectivo en Buenos Aires, sigue haciendo historia. Como una luz, seguirá con ese andar para seguir erigiéndose como el número uno en la especialidad.