Desde anoche la sala de reuniones de la Federación Ciclista Sanjuanina pasó a denominarse “Sala Antonio Matesevach”. La iniciativa, aprobada por toda la dirigencia del ciclismo local se materializó con el descubrimiento de una placa que servirá para recordar a cada visitante el nombre de quien fuera en vida una de las glorias de la actividad del pedal sanjuanino.

La comisión directiva en pleno y familiares y amigos del recordado Payo, entre ellos su esposa Silvia Marenna fueron quienes acudieron a un emotivo acto.

El hecho configura por sí mismo un merecido homenaje para un hombre que sublimó al ciclismo sobreponiéndose a las adversidades de la vida para destacarse entre los mejores.