"Fue algo muy fuerte. Escuchar que tu hinchada cante tu apodo nada menos que en la Bombonera es algo increíble. Encima, cuando veníamos de regreso por la autopista de La Plata, cortaron el tránsito y otra vez empezaron a cantar lo mismo". El sanjuanino Ariel Agüero reveló así el clímax de sus emociones después de marcarle con Gimnasia de La Plata el gol del triunfo nada menos que a Boca y en el mítico estadio. El Oso también admitió que partido a partido se fue ganando el reconocimiento de la gente ("cuando llegué no me conocía nadie", describió) y puso en suspenso el valor del tanto marcado al Pato Abbondanzieri: "Si nos salvamos del descenso, vale igual que el ascenso con San Martín. Porque si no, dentro de un mes nadie se va acordar de esto", remarcó.
El defensor tuvo su momento de gloria en la Bombonera el domingo pasado cuando a los 9′ del complemento puso el 2-1 definitivo mediante un cabezazo para el Lobo ante el alicaído Xeneize. No fue su primer tanto con el Tripero pues ya anotó otros dos en la temporada (a Racing y a Godoy Cruz), pero por el contexto fue una de las vivencias más fuertes de su carrera. "Siempre dije que era un sueño hacerle un gol a Boca en la Bombonera porque soy simpatizante de River. Pero llegar a conseguirlo es algo que no tiene comparación", subrayó y agregó "después de abrazarme con mis compañeros, empecé a caminar para la mitad de la cancha y sentí la hinchada gritando mi apodo ("acá nadie me dice Agüero", se sinceró). Nunca pensé que en la Bombonera iba a escuchar que gritaran ‘olé, olé, olé, Oso, Oso…’".
Agüero es el único jugador del plantel que dirige Leonardo Madelón que disputó todos los minutos de la temporada. Por eso, con su habitual profesionalismo y humildad, se ganó a la gente, esa que de entrada lo miró de reojo. "Hoy (por ayer) los hinchas me saludaban y me agradecían por el gol. Anoche (por la madrugada del lunes) cuando volvíamos por la autopista a La Plata la hinchada cortó el camino y cantó un rato largo. Que otra vez se acordaran de mí en ese momento fue algo inolvidable", sintetizó.
Más allá de ser el héroe de Gimnasia el domingo y de también haber dado un par de entrevistas, el albardonero dejó en suspenso el valor de ese cabezazo: "Si nos salvamos del descenso (NR: debe vencer en la última fecha al descendido Gimnasia de Jujuy y después jugar una Promoción), vale igual que el ascenso con San Martín. O como si hubiéramos salido campeones. Aunque si perdemos la categoría, nadie se va a acordar. Lo que tengo seguro es que mis amigos y mis familiares lo disfrutaron más que yo". Un Agüero auténtico. Mesurado, como siempre. Pese a que en La Plata ya es una celebridad.

