
Mosaico, fuegos artificiales, ovaciones, cánticos, plaqueta y más reconocimientos.Después del calvario que fueron las eliminatorias, la selección argentina pudo disfrutar, al igual que el domingo en el Ducó, de una despedida afectiva y calurosa.
Cambiando el escenario tradicional del Monumental, esta vez fue La Bombonera el lugar para brindarle el último adiós al equipo que parte rumbo a ese sueño llamado "Rusia 2018".
Un rival menor como Haití fue la excusa perfecta para hacerle saber al equipo que lo "pasado, pisado" y que ahora a la distancia o desde donde sea, sólo habrá aliento. El 4-0 de anoche es apenas una anécdota. Sí sirvió para ver a la máxima esperanza, Lionel Messi, con su repertorio habitual y marcando tres goles. El restante fue de su "compadre", Sergio Agüero.
Anoche se vivió la primera ovación coreando "Pipa" a Gonzalo Higuaín en muchísimo tiempo, tras el remate que le sacaron en la línea. Se notó el clamor popular que bajó para Javier Mascherano, otro de los discutidos últimamente, al recibir la plaqueta por ser el jugador con más presencias en la historia.
Con el Mundial a la vuelta de la esquina, a la euforia y entusiasmo visceral de los hinchas no hay quien lo pare. Parece que pasaron por alto la definición de justamente del mejor jugador del mundo y quien encarna la esperanza: "La gente tiene que saber que no vamos como candidatos" lanzó Messi el fin de semana y algo se vio anoche.
Si bien este rival, con mayoría de jugadores en divisiones de ascenso en el mundo, no es medida para calibrar la actualidad futbolística del conjunto de Jorge Sampaoli, tampoco se vio un derroche de fútbol ni sólidos argumentos para apostar a llegar al último día en Rusia.
Se sabía de antemano que el resultado podía figurar en un plano secundario, pero el ensayo seguramente le servirá al técnico para ajustar en el volumen de juego.
Tras el penal convertido, con susto, por Messi en el primer tiempo, fue en el complemento que la selección salió con otra marcha y se olvidó de que era amistoso "fácil" ante un combinado que nunca llegó al área. Ahí comenzó a verse un poco más la sociedad el trío al que Sampaoli apuesta: lo Celso-Lanzini-Messi.
El segundo de Messi levantó a público que de ahí en más no bajó nunca la efervescencia. Del mismo modo, lo sintió Cristian Pavón al ingresar y luego del desborde que posibilitó el triplete de Lio. El hombre de Boca sintió por demás que estaba en "su casa".
Con el recambio de jugadores, se abrió la cancha y se vio más toques y armado de jugadas limpias. Con ese ritmo se fue el partido con un cántico unificado en todo el estadio: "Que de la mano de Lio Messi…".
Esta noche, la Selección seguramente también recibirá el acompañamiento en Ezeiza, en el trayecto que va del predio al aeropuerto. Así el grupo se enfoca de lleno en una competencia que para una gran camada será la última gran chance para alcanzar la máxima gloria.

Récord
Mascherano
El volante alcanzó anoche los 143 partidos con la Selección mayor argentina superando por uno a Javier Zanetti y convirtiéndose en el futbolista con más presencias en la Albiceleste. Recibió antes del partido una camiseta "especial" de manos del presidente de la AFA, Claudio Tapia.
