Guillermo Barros Schelotto vivió ayer su penúltimo partido como profesional. Y su influencia en el partido pasó más por las protestas con el árbitro Pitana que con su desequilibrio dentro del juego. Al retirarse del Hilario Sánchez se dio tiempo para pegarle un palito al estado del césped y calificar el partido de igual manera: malo.
"Creo que no merecimos ganar, era un empate clavado. Ellos encontraron el triunfo por un rebote de casualidad nuestro y nada más. El partido fue malo, igual que el estado de la cancha", expresó el Mellizo al retirarse y mientras más de un cholulo le pedía una foto para la posteridad.
Guillermo arrancó el juego discutiendo con un pasapelotas cuando éste no se corrió para ejecutar un córner. Se paró preferentemente en la derecha del ataque verdinegro y desde ahí tiró algunos centros peligrosos. Dejó la cancha faltando diez minutos para el final y con un esguince en su muñeca izquierda, que no le impedirá perderse su despedida como profesional, en el que puede quedar decretado la permanencia o el descenso de su amado Lobo.

