Merecía ganarlo el Real Madrid en el Bernabéu. Pero en el fútbol, se sabe, no alcanza con los méritos. Lo tenía el local, que se imponía al Atlético por 1 a 0 gracias a un gol de Pepe. Pero a sólo cinco minutos del final, Angel Correa dejó a Antoine Griezmann cara a cara con Keylor Navas y el francés puso el 1 a 1 que dejó mudos a todos. Este empate le vuelve a abrirle la puerta del campeonato al Barcelona, que nuevamente depende de sí mismo. Si el conjunto catalán le gana hoy al Málaga, quedará igualado con el de Zinedine Zidane (que tiene un partido pendiente con el Celta) y le podrá una sobredosis de pimienta al clásico que jugará ante el Real dentro de dos semanas en Madrid.
La primera acción clara de gol fue para el Atlético, cuando antes de los 3 minutos Casemiro bajó a Filipi Luis y cedió un tiro libre sobre el lateral izquierdo, a la altura de la línea del área grande. Koke se hizo cargo de la ejecución, mandó un centro muy picante que cruzó todo el área chica, Saúl apenas llegó a desviar y el balón se fue muy cerca del palo izquierdo de Keylor Navas.
El Atlético mostró en el comienzo su habitual orden y solidez defensiva y el partido se disputó en un poblado mediocampo. Hasta que a los 14 Cristiano recibió sobre la izquierda se sacó de encima una marca y sacó un latigazo al primer palo que obligó a una buena intervención del arquero Oblak.
Lo mejor del primer tiempo ocurrió entre los 27 y los 32, cuando el Real descargó toda su artillería sobre el arco visitante y estuvo muy cerca de ponerse en ventaja. Primero fue Benzema, que combinó con Cristiano y quedó mano a mano con Oblak, quien volvió a responder con categoría. Un par de minutos más tarde Bale habilitó a Cristiano por la derecha y el portugués sacó un derechazo alto que tenía destino de gol, pero Savic arriesgó su cabeza y llegó a desviar por arriba del travesaño. Y el bombardeo se completó con un cabezazo de Bale que volvió a chocar contra un sólido Oblak.
Antes del final del primer tiempo el que mostró las garras fue el francés Griezmann, quien sacó un disparo desde afuera del área y obligó a un revolcón de Navas. El comienzo del segundo tiempo mantuvo la tendencia del primero. El balón bajo control del equipo local y un Oblak que parecía imbatible. A los 5 cayó un Centro al segundo palo, Cristiano la toca hacia el primero, y Benzema volvió a chocar contra el arquero visitante, que a esa altura ya era la gran figura del partido.
Pero el hechizo se rompió a los 7: Saúl cortó un ataque local con la mano. Toni Kroos hizo gala de su fantástica pegada con un centro al corazón del área que encontró a Pepe en el lugar indicado. El portugués metió la cabeza y colocó el balón bien pegado al palo, para neutralizar cualquier intento de milagro de Oblak.
A partir del gol el Real se hizo dueño del balón, aunque no le alcanzó para encontrar una ventaja tranquilizadora. Pero en los último minutos el local bajó la guardia, y le dio una nueva oportunidad a los del Cholo Simeone. Correa se filtró por el medio de la defensa local y dejó a Griezmann cara a cara con Navas, quien la tuvo que ir a buscar al fondo del arco.