Chelsea, de Inglaterra, ganó ayer por primera vez la Liga de Campeones de Europa al vencer al Bayern Munich, de Alemania, por 4 a 3 en definición por tiros penales tras igualar 1-1 en el tiempo reglamentario y en los 30 minutos suplementarios.
Thomas Müller abrió el marcador para los alemanes, a los 37 minutos de la segunda etapa, pero a dos minutos del final igualó el marfileño Didier Drogba, quien también convirtió el penal decisivo que le permitió a los británicos alzarse con la 57 edición del máximo certamen europeo a nivel de clubes.
En la serie de penales para el Chelsea marcaron David Luiz, Lampard, Cole y Drogba, y falló Mata (atajó Neuer), mientras que para el Bayern Munich convirtieron Lahm, Gomez y Neuer, y fallaron Olic (contuvo Cech) y Schweinsteiger (rebote en el poste).
En el primer tiempo suplementario, a los 5 minutos, el holandés Arjen Robben ejecutó un tiro penal que contuvo el checo Peter Cech, un preanuncio de lo que iba a ser el festejo inglés.
Este y Drogba, que justamente fue el autor de la falta a Franck Ribery que derivó en el penal sancionado por el árbitro portugués Pedro Proença, fueron los puntales del triunfo del Chelsea que apeló a las mismas armas que utilizó contra el Barcelona. Fue solidario, seguro y efectivo en la tarea defensiva, labor que desarrolló con ocho o nueve hombres metidos en su campo y a veces en su área y tuvo en el contragolpe que ejecutó pocas veces su arma preferida.

