Anoche, Boca Juniors no sólo no pudo estrenar el título de una buena manera sino que estuvo a punto de recibir un duro golpe ante Olimpo, que tras estar dos goles debajo igualó el marcador en dos y tuvo sobre el final clara chance de consumar el batacazo. Boca se adelantó con goles de Ricardo Centurión y Darío Benedetto y Olimpo llegó al empate mediante conversiones de Lisandro Magallán contra su propio arco y de Yonathan Cabral, con lo que quedó por el momento fuera de la zona de descenso.
Entre lo que quería uno y lo que proponía el otro, ambos tuvieron varias ocasiones para llegar al gol. A los 9’ Boca contó con la primera cuando Benedetto se fue por derecha y envió un centro que Pavón remató mordido y afuera. La de Olimpo llegó a los 12’ con centro de Cavalluci que rebotó en Tobio y no llegó Francisco Pizzini. Parecía que la parte inicial terminaba en cero pero a los 41’ Jonathan Silva ejecutó un tiro libre desde la derecha al segundo palo, se quedó Gabbarini inexplicablemente y Centurión de cabeza empujó al gol. Todavía los locales no se habían acomodado cuando un defensor quiso rechazar, la pelota le pegó a Gago y le quedó servida a Benedetto, quien tras avanzar unos metros remató sobre la salida de Gabbarini y estableció el 2-0.
En el arranque del segundo tiempo Boca pareció tener la situación controlada porque manejaba la pelota pero con el correr de los minutos la tranquilidad se transformó en relajación. A los 16’, cuando nada lo hacía prever, llegó el descuento: cayó un centro desde la izquierda y Magallán, en su intento de rechazar, venció su propio arco. El gol animó a Olimpo, no despertó Boca y a los 29’ se concretó el empate por otro error defensivo: un nuevo centro, ningún defensor de Boca rechazó y Cabral, con una media chilena puso el 2-2.
Olimpo estuvo a punto pasar al frente cuando Blanco cabeceó en el área, Rossi alcanzó a manotear y Nicolás, al conectar desviado, no concertara lo que hubiese sido un cachetazo para el flamante campeón.
Se le fue de las manos
Punzante
Boca tenía que demostrar que era el campeón y eso lo plasmó en la primera etapa gracias a su efectividad.
Exceso de confianza
Con todo controlado, Boca se confió y comenzó a ceder terreno y con eso Olimpo creció, encima aprovechando errores del rival.
Le costó salir
Al Xeneize le costó asimilar el golpe y no encontró reacción en los minutos finales. Incluso Olimpo pudo haber pagado peor.