Bayern Múnich derrotó a París Saint-Germain por 1-0 y se consagró campeón de la UEFA Champions League por sexta vez en su historia. Kingsley Coman, surgido en la otra vereda, fue héroe de los bávaros, que amargaron al conjunto francés y lo dejaron sin poder festejar el primer título continental.

El primer tiempo tuvo un inicio con poco para rescatar, pero la intensidad subió con el correr de los minutos y ambos tuvieron chances clarísimas. Neymar, Kylian Mbappé, Robert Lewandowski y Ángel Di María no fueron efectivos de frente al arco y así quedó sin moverse el 0-0.

En el cierre, luego de un tiro que Mbappé le regaló con moño y todo a las manos de Manuel Neuer, la polémica: ¿hubo penal de Thilo Kehrer a Kingsley Coman? Para el italiano Daniele Orsato, nada de nada. Para el VAR tampoco.

En el complemento el desarrollo y la intensidad no cambiaron, pero sí hubo uno con más suerte de cara al arco y fue Bayern. Coman, al que antes no le cobraron el supuesto penal, apareció sin marca por atrás de todos y se tiró de cabeza a la gloria a los ST 13′.

La desventaja no desanimó a PSG, pero a los intentos les faltó algo del desequilibrio individual que lo llevó hasta el último partido. Sin precisión para batir al implacable Neuer, pagó caro las chances desperdiciadas y se quedó sin poder lograr el sueño de su primera Champions.

La contracara y la alegría fue toda de los alemanes, un equipo compacto y con nombres sobresalientes línea por línea que ganó absolutamente todos los partidos del torneo. Nadie podrá decir que el conjunto de Hansi Flick no merece su sexto trofeo que lo acredita como dueño absoluto de Europa.