Madrid 18 de enero.- Pasan los partidos, pasan los clásicos, y Barcelona día a día demuestra por qué es el mejor equipo del mundo. Hoy le tocó como rival Real Madrid y como escenario el Bernabéu, por la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, y no defraudó. La victoria por 2-1 de los de Pep ante los de Mou, con una genial asistencia de Messi, sirvió para que los catalanes encaren el partido del próximo miércoles por la vuelta en el Camp Nou con más traquilidad.
Real Madrid impuso su sello físico en los minutos iniciales del primer tiempo, mientras que Barcelona se mostró ahogado ante tanta presión. Producto de eso, llegó el gol de los de Mourinho, a los 10 minutos, cuando Cristiano Ronaldo le ganó la espalda a Dani Alves, amagó a Piqué y con un potente zurdazo dejó en ridículo al arquero Pintos, que no pudo evitar que la pelota ingresara al arco por entre sus piernas.
Igualmente, con el correr de los minutos Real Madrid se fue apagando, no supo mantener la intensidad física y Barcelona fue creciendo en juego y en chances de gol. La más clara la tuvo Alexis Sánchez, de cabeza, pero el palo le negó el grito. En el lote de los que tuvieron oportunidades de convertir, pero no la aprovecharon, también estuvieron Iniesta y Messi. El primero desaprovechó un mano a mano mientras que a la Pulga Casilla le ahogó su chance de gol.
En el complemento, el gol temprano de Puyol, a los 3 minutos, le dio tranquilidad a Barcelona y dejó perplejo a Real Madrid, que sintió el golpe. Al igual que en el final de la primera etapa, el equipo de Guardiola dominó la pelota y tuvo al Madrid como un espectador.
Y la alegría llegó a los 31, con una asistencia perfecta de Messi y una definición precisa de Abidal, que selló el 2-1 final.
El partido de vuelta se jugará el próximo miércoles, en el Camp Nou.
