Limoges, Francia, EFE
Hoy comenzará una fase de transición del Tour que durará el resto de la semana hasta que el viernes retorne la alta montaña, aperitivo de la durísima última semana. En ella se agrupan los Alpes y la última contrarreloj, antes del asalto final al Ventoux la víspera de la llegada a los Campos Elíseos.

Será allí, en las cumbres nevadas de los Alpes donde se definirá la lucha fratricida de Alberto Contador y Lance Armstrong, hombres del Astana, equipo que marca el paso en la carrera.

El Tour se dirige a la segunda semana con el español Alberto Contador como líder real de la prueba, ya que el amarillo reposa en las espaldas del italiano Rinaldo Nocentini, líder ficticio, y con Lance Armstrong tercero pisando los talones a su compañero, y, sin embargo, rival.

El devenir de la prueba apunta a que el debate seguirá sus cauces hasta que la carretera "ponga a cada uno en su sitio", según la teoría apuntada desde Mónaco por el director del equipo, el belga Johan Bruyneel, y aceptada por el propio Armstrong, crecido por su experiencia y su enorme palmarés en el Tour, con sus siete victorias.

Tres etapas en Los Pirineos no aportaron nada relevante, tan solo un ataque de Contador en Arcalís de apenas 2.000 metros con una exigua ventaja de 21 segundos, que le permitieron quedar mejor ubicado que su laureado compañero.