Luego del fallecimiento del defensor de Atlético Paraná, Cristian Gómez, el pasado domingo a causa de una muerte súbita, en el partido ante Boca Unidos, en Corrientes y por la B Nacional, ayer fueron sepultados sus restos en un cementerio de su Rafaela natal. La jornada estuvo marcada por el gran dolor debido la pérdida inesperada del futbolista de 27 años, aunque cerca del mediodía se generó una gran polémica debido a las declaraciones de uno de sus compañeros en Paraná, Adriel Bulay, quien reveló que su estado de salud no era el óptimo: “Todos nos hicimos los chequeos correspondientes, a todos nos salió bien. Pero a Cristian no le había salido bien el electro. Por lo que comentaba con los chicos, a él siempre el electro le salía mal. Recurría a ergometría. El problema también le saltaba en la ergometría pero en la exigencia física no se le agravaba, lo que lo dejaba apto para jugar”, destacó su compañero quien contradijo así los dichos del presidente del club, Néstor Fontana, quien el domingo puntualizó que “los controles siempre le dieron bien. El último fue hace un mes y le salió perfecto”.