Como en Esparta, en cuyo sistema de gobierno habían dos reyes, que en distintos períodos, uno reinaba y el otro controlaba, San Juan se da el lujo de contar en la actualidad con los dos monarcas dentro de la categoría superpluma en el ámbito donde se mueve la Federación Argentina en el continente. Ezequiel Fernández es el nuevo campeón argentino, tras vencer por puntos en fallo dividido al tandilense Sergio Escobar y Mauricio Muñoz es el flamante campeón sudamericano de la misma división, luego de derrotar por puntos, en decisión unánime al neuquino Bruno Muñoz.
En los 58,967 kilógramos, donde por más de una década (entre 1971 y 1982) Víctor Echegaray fuera el púgil más destacado, dos comprovincianos del ex doble retador mundialista son quienes, desde la madrugada de ayer, imponen condiciones.
ZURDA MÁGICA:
Ezequiel Fernandez (21-1-0, 3 KO) se consagró después de dominar con claridad en ocho de los diez asaltos al, ahora, ex campeón, el bonaerense Escobar (26-24-3, 11 KO). El boxeo más lúcido, de anticipo con la mano izquierda y traslación permanente, le permitió al joven gladiador forjado en el gimnasio del Club Julio Mocoroa destronar al aguerrido boxeador nacido en Tandil. Como ha ocurrido en sus últimas peleas, Fernández mostró su lenta pero permanente evolución. Combate a combate se muestra más firme, más convencido de sus condiciones. Tiene aún algunos lapsos, propios de su edad, pero aún con ellos ganó claramente.
Lo mejor de PacMan fue en el quinto asalto, cuando se plantó a cambiarle golpes a un rival que lo siguió obcecado y tozudamente y lo obligó a trabajar cada minuto de los diez asaltos con absoluta intensidad.
El cansancio, producto del intenso ritmo que tuvo la contienda alcanzó a Ezequiel, cuyo trabajo mermó en el octavo y noveno round, para explotar en el décimo llevándose por delante a Escobar con combinaciones certeras y efectivas.
Dos jueces vieron ganador al sanjuanino (98,5 a 96 y 98,5 a 94,5) el restante lo vio triunfador a Escobar (98,5 a 96,5). Para DIARIO DE CUYO, Fernández ganó 98-94.
UNA LOCOMOTORA:
Mauricio Muñoz (29-5-0, 13 KO) ganó el título sudamericano afirmado en su potencia física, la que doblegó el boxeo más vistoso de Godoy (30-7-2, 13 KO), a quien tiró en una ocasión, en el octavo round. El ‘Negrito‘ fue quien impuso condiciones durante todo el transcurso del combate. Por momentos pecó de confiado y se expuso ante un adversario que lo conectó con algunos golpes claros.
En realidad hubo dos Muñoz, uno hasta la primera cuenta de protección a su rival la que llegó como producto de la búsqueda ordenada con combinaciones al cuerpo que fueron minando la resistencia del neuquino. En ese lapso, Mauricio avanzó con cintura y cabeceo para ganar la distancia y descargar sus manos.
Haber hecho trastabillar a Godoy obnubiló a Muñoz, que se olvidó de boxear y se empecinó en meter una mano definitoria, permitiéndole al patagónico crecer en su trabajo desde la larga distancia. Es cierto que Godoy cambiaba piñas por puñaladas, tanto que Muñoz le produjo un corte en el arco superciliar del ojo izquierdo. La pelea transcurría con una evidente superioridad del sanjuanino que no podía cerrarla. En el octavo round tiró a Godoy con una combinación de gancho zurdo al hígado y cross derecho a la cabeza.
En el noveno round Godoy tuvo una leve mejoría, pero después no pudo elaborar nada con continuidad porque por la misma vía transitaba en sentido contrario la locomotora chimbera que lo hacía retroceder y buscar el abrigo de las cuerdas.
Las tres tarjetas favorecieron a Muñoz, dos 115 a 111 y la restante 118,5-113. Para DIARIO DE CUYO fue 118-109.

