La Agencia Nacional del Crimen británica (NCA) había adelantado que podía haber "arreglo" en el partido amistoso que disputaron Escocia y Nigeria (rival de Argentina en la fase de grupos del Mundial y sin sus máximas figuras en este amistoso).

Y los dos goles en contra (uno no convalidado) que marcó el equipo africano aumentaron las sospechas.

El partido terminó 2-2. Los escoceses se adelantaron pronto en el marcador gracias a un desvío de taco a la pelota de Charles Mulgrew. Con 0-1, el árbitro anuló un escándaloso autogol del meta africano Austin Ejide, quien, de espaldas, se alojó adrede el balón en su arco al saltar en un córner.

Nigeria empató más tarde con un disparo desde fuera del área que rebotó en el defensor Hunbey para despistar al arquero Allan McGregor, incapaz de detener un balón que se envenenó con fortuna.

Sin embargo, en la reanudación el defensor Azubuike Egwuekwe marcó otro gol en contra, no tan descarado como el de su arquero, eso sí, al desviar un centro. Este gol sí subió el marcador. Un tanto de Uche Nwofor en el minuto 91 puso el 2-2 final.