Más de 170 kilómetros debieron recorrer los ciclistas de Elite. Pero en dos oportunidades, la tranquilidad de la competencia se vio alterada.

 

La primera ocurrió en la cuarta vuelta cuando el mexicano Ignacio Prado se fue contra el guardarrail y quedó tendido en el suelo. Los médicos lo asistieron y decidieron llevarlo al hospital para curarle un corte en la ceja izquierda.

 

El pedalero estaba consciente y fuera de peligro, según los profesionales de la salud.

 

Luego, en el noveno giro, un grupo de ciclistas se tocaron y provocaron una caída masiva que no pasó a mayores. Todos se levantaron y continuaron con la competencia pese a tener algunos golpes y magullones.