San Martín se caracterizó en el primer tramo del torneo por ser un equipo con una solidez defensiva tremenda. Recibió sólo tres goles en los primeros ocho partidos de la temporada y en gran medida por eso era el líder de la tabla. Pero desde el triunfo ante Independiente Rivadavia en Mendoza, el equipo inició un decible que lo dejó sin punta y que lo volvió vulnerable más allá del actual tercer puesto. En esos siete partidos más recientes le anotaron ocho goles y nunca Pocrnjic volvió a dejar su arco en cero. En esa merma a la hora de cuidar el arco sanjuanino cuenta con gran influencia la pelota detenida en contra, algo que destacó el propio DT el domingo pasado cuando Aldosivi, igual que le había hecho Gimnasia de Jujuy una semana atrás, le anotó mediante el juego aéreo.
San Martín es el equipo que más goles recibió de los seis primeros de la tabla en los últimos siete juegos. Le marcaron ocho en total, muy a contramano de los cuatro del líder, Atlético Tucumán, el escolta, Rafaela, y el cuarto, Instituto. Al Verdinegro le anotaron sucesivamente Boca Unidos, Instituto, Atlético, Tiro Federal, Unión, Gimnasia y Aldosivi. Salvo los goles recibidos contra el Tigre de Ludueña, a través de una contra que definió Rossi, y el primero ante el Lobo, donde Balvorín sacó máximo provecho a un error en la salida sanjuanina, siempre el juego aéreo generó dolores de cabeza. Muchas veces derivando en penales en contra como ante los correntinos, la Gloria y el Tatengue (todos convertidos) Frente al Decano, en el segundo ante el Lobo y contra el Tiburón el tanto rival llegó en ésos casos tras un córner.
En esta segunda etapa del equipo se dio el cambio de dibujo. En la última línea eso se tradujo en pasar de cuatro jugadores a tres. Respecto de los nombres, lo más estable es la salida de Acosta del lateral derecho, jugando Videla a veces en esa posición poco habitual para el cordobés. Otro cambio en defensa es el de Melo por Sosa, aunque de forma más esporádica.
Desde un comienzo se sabía que el Verdinegro no contaba con un equipo alto. De los habituales titulares salvo Pocrnjic, Grabinski y Penco, ningún otro jugador supera el 1,80 metros de estatura. En una categoría tan pareja como la B Nacional, el juego aéreo es clave y lo que antes era una fortaleza para este San Martín ahora parece haberse transformado en una debilidad.

