Imbatible. El serbio que había vencido a Delpo el viernes hasta la suspensión, repitió ayer y avanzó a la final del certamen.

 

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El tandilense Juan Martín Del Potro no pudo ayer encarrilar el partido que había sido suspendido el viernes por lluvia y cayó sin atenuantes ante el serbio Novak Djokovic por 6-1 y 6-4, en los cuartos de final del Masters 1000 de tenis de Roma, en Italia. Djokovic ofreció una exhibición de su mejor tenis tras un año traumático, es que luego de derrotar al argentino durante la mañana por la tarde venció al austríaco Dominic Thiem para llegar a la final del Abierto de Roma, donde enfrentará al alemán Zverev. 
El alemán, superó una batalla de gigantes al doblegar al estadounidense John Isner por 6-4, 6-7(5) y 6-1, lo que convirtió al alemán de sólo 20 años en el finalista más joven en llegar a un ATP Masters 1000. 

Del Potro, número 34 del ranking mundial, había tenido un flojo inicio de encuentro el viernes y en la reanudación del sábado el serbio (2) mantuvo la tendencia y se llevó una inobjetable victoria. El tandilense perdió en el primer set del viernes seis juegos seguidos frente a un rival que lució desde el comienzo mucho más regular en su juego. Las claves del abultado score 6-1 en el primer set estuvieron en el bajo porcentaje de puntos ganados con el primer saque del bonaerense (38 por ciento) y la contundencia del europeo cada vez que tuvo una chance de quebrar (3/4 frente al 1/4 de Del Potro). En el inicio de la segunda manga, con el marcador 2-1 para Del Potro, la lluvia obligó a suspender el cotejo y llevarlo para el sábado, cuando el argentino iba en búsqueda de dar vuelta la historia. Pero, poco pudo hacer ante un preciso Djokovic, quien enseguida igualó las acciones con su saque, después se adueñó con el servicio del rival. Así se mantuvo la tendencia, con Del Potro sin poder dañar al serbio para entrar nuevamente al partido, que se cerraría con un 6-4. 

 

Del Potro autocrítico

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Del Potro realizó una suerte de autocrítica tras haber sido eliminado del Masters 1000 de Roma por Djokovic, en la que admitió que ‘en los momentos importantes le juegan al golpe más débil‘, en alusión al revés a dos manos con slice que impacta para evitar una sobrecarga excesiva en su muñeca izquierda tres veces operada.