San Juan.- En su día, Ricardo Dillon se convirtió en el padre de esta criatura tan esperada llamada ascenso. Fial a su costumbre, el DT puyutano no aguantó los nervios y se fue expulsado promediando el primer tiempo. Sin embargo, se las ingenió para dar indicaciones como pudo.

Con la hazaña consumada, el entrenador se mostró feliz por el logro. ‘De este día no nos vamos a olvidar nunca en la vida. Teníamos mucha fe en nuestros jugadores. Sabíamos que iba a ser difícil, pero el gol llegó en el momento justo, tuvimos paciencia y gracias a Dios se nos dio’, dijo en declaraciones a Telesol.

‘Sabíamos que era un proceso. El año pasado nos quedamos afuera por los penales. Hoy nos metimos con el corazón. Es un día del padre inigualable. Demostramoas que somos los mejores. Esto es para mi familia, la gente del club. De local nos hacenos fuertes’, concluyó.