El técnico del seleccionado argentino de fútbol, Diego Maradona, dijo ayer que su mayor deseo para el partido que su equipo disputará mañana con Venezuela es "que el estadio estalle y que los jugadores se vayan del campo aplaudidos, hay que ganarse a la gente".

"Me gustaría que (Lionel) Messi se vaya del estadio Monumental ovacionado, como me ocurría a mí cuando jugaba en la selección", indicó el entrenador en una rueda de prensa.

Tras afirmar que Messi "es el mejor del mundo", Maradona señaló que le pide "que juegue por la derecha del ataque", pero que "tiene libertad absoluta" en todo el campo.

En una breve referencia a Juan Román Riquelme, el futbolista que renunció al equipo nacional, dijo: "ya no lo tenemos a Román, debemos adaptarnos a jugar sin él".

"Estoy viviendo esta etapa con mucha intensidad, porque los jugadores están bien. Estoy disfrutando. El comportamiento de los muchachos es ejemplar. Tenemos profesionales increíbles y sólo falta plasmar esto en el campo de juego", aseguró.

"Encontré en los jugadores una gran predisposición, un compromiso fantástico con la selección. Hay euforia en el grupo y espero que la descarguen en la cancha, y que contagien a la gente", añadió.

"Yo aprendo todos los días de los jugadores, soy uno más, cada cosa que se hace se habla y todo el mundo está contento. Todo es consensuado", insistió.

Al ser consultado sobre si Argentina saldrá presionada a jugar el encuentro de su debut como técnico en en partidos oficiales, Maradona respondió: "en el fútbol no existe la presión, existe la responsabilidad. Presión tiene el que sale a la calle a ganar diez pesos para darle de comer a su familia".

No obstante, indicó que "Argentina tiene que ganar siempre, al menos lo intentaremos. Juegue donde juegue, Argentina va a tener que respetar la historia, su historia".