El médico de Diego Maradona, Leopoldo Luque, dejó entrever este martes la posibilidad de que su paciente continúe su recuperación en una casa de Nordelta, cerca de donde vive su hija Gianinna, una vez que reciba el alta en la Clínica Olivos, donde se recupera de una operación por un edema cerebral y comenzó un proceso de desintoxicación por su adicción al alcohol.

"Ahora estamos hablando mucho con la familia y se está llegando a una decisión, que no puedo compartir, pero que es la más lógica. La decisión está casi tomada. La opción de que Diego continúe su recuperación en una casa en Nordelta es una de las ideas más fuertes", sostuvo Luque en diálogo con Radio La Red.

De este modo, el DT de Gimnasia dejaría la quinta en Brandsen en la que vivió en los últimos meses para estar cerca del predio de Estancia Chica, lugar de entrenamiento de su equipo, para estar más cerca de una de sus hijas. De hecho, existiría la decisión de que Jana se mude en forma permanente con su padre.

"Tengo una comunicación muy buena con la familia que nació acá. Yo hablo mucho con Verónica, desde antes, y hoy hablo mucho con Gianinna. Con Dalma también, pero como persona. Lo de Matías (Morla) no lo sé. Con la familia está bien claro. Entendieron o vieron que mi finalidad es ayudar al padre. Si me piden que me haga un lado… Ellos tienen el derecho a enterarse primero", sostuvo.

Luque también se refirió a las ganas de Maradona de dejar el sanatorio como consecuencia de la evolución favorable que viene teniendo en los últimos días.

"Diego hoy es una persona que con mucha lógica, me mira y me dice ‘Luque qué hago acá’. No se quiere ir violento. Hay que pensar muchas cosas, que es una persona de 60 años, que tiene autonomía, lucidez. ¿Hasta dónde se le puede imponer?", se preguntó el médico.

Y agregó: "Yo creo que juntás a todos los maradonianos y lo aman la mitad de lo que lo amo yo. Yo he puesto lo que hay que poner para sacarlo adelante y en ese sentido estoy súper tranquilo. Diferencio mucho el amor y el respeto que le tengo, con lo que tengo que hacer para su salud".

Por otro lado, Luque también evaluó la posibilidad de que Maradona vuelva a trabajar como entrenador una vez que supere este posoperatorio y el proceso de abstinencia que se le manifestó tras su paso por el quirófano. Y dejó entrever que el fútbol es el mejor ecosistema para que el Diez vuelva a sentirse pleno.

"Hay que discutir muchas variables y nadie va a tener una razón en ese sentido. A mí me lo preguntás y te digo que a nadie hay que quitarle su trabajo, más si lo apasiona y le da vida. Yo creo que Diego donde menos sufre presiones es en una cancha", remarcó.

Otras frases de Morla

 "Fui a la casa porque lo venían raro, confundido. Cosas poco comunes en su personalidad, como su estado de ánimo. Quizás emitía una respuesta sobre algo de lo que no se estaba hablando".

"La verdad es que sentí que era un buen momento para llevarlo y estudiarlo un poco. No hay una relación médico/paciente de un paciente muy interesado en su salud", destacó Luque.

"Ese día no me costó tanto convencerlo, pero venía detrás de varios intentos. Entré a su pieza y él me decía lo de siempre ‘no, tordo’".

"Cuando en el postoperatorio sale a caminar conmigo, le dije que se tenía que quedar y se puso agresivo en el sentido de querer manejar él la situación. La abstinencia se manifestó con sudoración, taquicardia, euforia y eso hacía peligrar la neurocirugía si él se iba a su casa. Pero era todo esperable, no nos sorprendió".

"Cuando hablé de abstinencia me refería al alcohol, no a drogas, gracias a Dios. Esos temas nunca están solucionado, sí están tratados. En el último tiempo Diego tomaba una copa y le hacía mal. No es un gran consumidor, pero es todo un cuadro por los fármacos que toma".