En el día después de las declaraciones del jugador brasileño, Mario Junior, revelando que el campeón mundial de vóleibol se había dejado ganar el partido de la segunda ronda ante Bulgaria con el fin de tener rivales más accesibles luego, siguió dando que hablar. En este caso el que opinó del espinoso tema fue nada menos que el capitán de Brasil, Giba, quien desmintió todo en su arribo al país sudamericano. Otro que habló del asunto fue el técnico argentino, Javier Weber, quien le pegó duro al rival de siempre en el continente. Junto al entrenador albiceleste, también arribó el sanjuanino Federico Pereyra, en tanto que el capitán y también jugador local, Rodrigo Quiroga, se quedó en Europa.

El multicampeón Giba fue contundente en la conferencia de prensa que se organizó ayer en San Pablo para recibir a los campeones mundiales por tercera vez consecutiva: "Aquí nadie entregó nada. Si eso pasó lo desconozco. Es triste hacer tanto por nuestro país y ver a la gente comentarlo como una farsa. No sentí a nadie hablar tanto de la controversia por los rivales débiles que enfrentó Italia, que casualmente era el anfitrión", se quejó Giba dejando a contramano los dichos de su compañero Mario Junior.

Un día antes el líbero aseveró que "el momento más difícil del torneo fue entregar el partido contra Bulgaria. Al principio no pude, porque nunca había hecho eso en mi vida. Finalmente jugamos con las reglas del campeonato y Brasil fue el mejor del torneo". Brasil se dejó ganar según sus dichos en el juego por la segunda ronda por 3-0 y así no se cruzó hasta la final con Cuba, aunque en semifinales tuvo que derrotar a Italia. Los campeones jugaron el choque ante Bulgaria sin un armador natural: improvisó en ese puesto al opuesto suplente, Theo. Bruno, el habitual titular, no jugó por decisión del entrenador y el suplente, Marlon, estaba recién recuperado de una lesión. El público del estadio, poblado con 6.000 espectadores, silbó a los jugadores en forma perseverante durante el partido por su falta de actitud.

Con la polémica ya desatada el propio Mario Junior sostuvo que "se exaltó demasiado indebidamente la palabra entregar".

Por su lado Javier Weber fue más que claro con su pensamiento sobre el tema: "Me parece algo vergonzozo que un estadio completo repudie la actitud de un seleccionado que en los últimos diez años ganó todo. Brasil tuvo la misión del bufón en este caso y la verdad que es algo que le hace muy mal al deporte en general". Ahora, Weber comandará nuevamente a Bolivar buscando quedarse con otra edición de la Liga Argentina que comienza el mes próximo.

Fuentes: Télam, EFE.