El ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, subrayó ayer que no existen motivos por el momento para suspender el clásico del sábado en Madrid, pese a la situación compleja que se vive en Europa con los atentados terroristas y que llevaron el martes a no jugarse el amistoso entre Bélgica y España.

“Nos planteamos un dispositivo intensísimo de seguridad por razones obvias.

Pero, en estos momentos, no se dan objetivamente las circunstancias para suspenderlos”, afirmó Fernández Díaz.

La seguridad en el derby será aumentada en un 30% de acuerdo a los anteriores choques entre Real Madrid-Barcelona, que siempre son calificados de “alto riesgo”.

En el Bernabeu y sus alrededores habrá 1.550 efectivos policías, siendo un tercio de ellos colocados en el interior del estadio.

Una de las pautas clave será un exhaustivo control en los ingresos del público, con el típico cacheo de sus pertenencias.