Raúl Damiani atraviesa en Instituto de Córdoba su primera temporada. Pero el lateral derecho aún mantiene su cariño por San Martín donde estuvo las dos campañas anteriores. El choque de este lunes en la Docta entre ambos equipos sirve de excusa para que el rosarino hable a la distancia de lo qué pasó este año con el verdinegro, que de forma increíble no consiguió el ascenso a Primera tras una primera rueda espectacular. En su autocrítica y con el rol de capitán que cumplía en esa formación, no dudó en romper el molde de las declaraciones de los integrantes de aquel plantel y dar su impresión de lo sucedido.
-¿Qué piensa que les ocurrió la temporada pasada para no ascender?
-Mi autocrítica personal, desde la función de capitán que tenía en ese equipo, es que no estuve atento a algunas cosas que pasaron en el plantel y que dejé pasar. Por ahí cuando me di cuenta de lo que ocurría era demasiado tarde. En lo futbolístico diría que nunca recuperamos el nivel del primer semestre y una vez que nos caimos anímicamente no supimos remontarlo.
-¿Cree que hubo algo de relajación?
-Puede ser. Pero creo que eso puede haber sido uno de los factores, igual prefiero dejar el tema en eso porque es algo interno del plantel.
-¿Es el golpe más duro que le tocó en su carrera?
-Diría que uno de los más difíciles de asumir. Es una herida que está todavía latente, por más que uno ya esté en otro club y piense en nuevos objetivos.
-¿Considera que para el hincha de San Martín todavía es una herida abierta?
-Seguro. Uno como jugador, te repito, que todavía lo siente y entonces el hincha no es la excepción. Es algo que se va a cerrar con el paso del tiempo o si San Martín logra el ascenso esta temporada.
-Después de ese golpe, ¿creyó que el club se iba a reponer tan rápido e iba a estar en la pelea nuevamente?
-Fue muy duro lo que pasó, pero el club tiene una gran capacidad para superarse. Todo parte de la cabeza que es Jorge (Miadosqui, el presidente) y su inteligencia para formar grupos. Por ahí no trajeron jugadores de tanto renombre como los de hace una temporada, pero igual se armaron realmente bien. Con Franco de técnico cerraron bien el círculo y por eso no es casualidad que esté donde esté.
Su ida de San Juan fue en parte por su decisión de estar más cerca de su familia en Rosario, ya con 31 años en su vida. En Instituto fue titular desde el inicio (incluso marcó un tanto) hasta la quinta fecha contra Unión, cuando se fracturó la mano derecha. Luego de tres partidos volvió en el partido de la pasada fecha ante Brown y el lunes se espera que sea titular. A cuatro días del partido, habló de cómo espera que se de.
-¿Por dónde pasarán las claves del partido?
-Por manejar el balón. Somos dos equipos con mucha ambición ofensiva y que no estamos acostumbrados a defendernos. El que controle la pelota, tendrá las mayores chances de ganar el partido.
-¿Cómo explica que con semejante vocación ofensiva, sean los equipos con menos goles recibidos?
-Porque una cosa es consecuencia de la otra. Al tener vos tanto la pelota, no dejás que el rival te agreda y le quitás las chances de controlarte. Uno cuando tiene un equipo que ataca mucho, en defensa se siente más tranquilo porque no sufre tanto.
-¿Es un choque de candidatos?
-Pienso que sí. San Martín e Instituto son grandes de la categoría y por eso generan tanta expectativa. Esperemos que allá por junio del año que viene, haya festejos en Córdoba y en San Juan.

