El Apertura transita por su Ecuador y San Martín, con sus actuales diez puntos, tiene un gran desafío en la decena de encuentros que restan para terminar el torneo si desea alcanzar la meta de puntos prevista como mínima por el plantel y cuerpo técnico. Dicha cifra es 28 y entonces para conseguirlo debería potenciar su rendimiento a casi el doble para acceder a tal cantidad.
Sucede que hasta el momento contó con una efectividad del 37% y en el slalom decisivo tendría que trepar hasta el 60%.
La carrera por la permanencia no lo tiene al Verdinegro en su mejor posición, más allá de la actual última colocación en los promedios. Por ser un recientemente ascendido está claro que esta ubicación se puede modificar obteniendo un par de buenos resultados. La ecuación tampoco cierra mirando a los otros tres ‘nuevos‘ para esta temporada en Primera. El equipo de Garnero es el de más bajo rendimiento y por ende el más preocupado de todos. Sin dudas, Belgrano y Rafaela cosecharon una cantidad de unidades (16) más que importante, a tal punto que se encuentran terceros en las posiciones y a cinco puntos del líder, Boca.
Los números que sacan en el plantel pasan porque al sumar 56 unidades la salvación es un hecho e incluso se puede hasta acceder a una copa internacional. Claro que también el objetivo de San Martín se puede conseguir con mucho menos puntos. Un dato: All Boys se salvó de todo en la campaña pasada sumando 51 unidades, aunque sufrió hasta la penúltima fecha. Mientras que Olimpo, que recién respiró con la victoria en la fecha decisiva, acumuló 48 puntos y esquivó la Promoción.
Los diez encuentros que le restan a San Martín los dividirá cinco en Concepción y los restantes fuera de su reducto. En el camino tiene a dos grandes como Racing y San Lorenzo, en ambos casos haciendo de local. Un detalle no menor es que sólo la Academia aparece entre los que pugnan por el título de acá hasta diciembre. Claro que en una de las salidas se cruzará en Mendoza con nada menos que Godoy Cruz, para reeditar el clásico luego de cuatro años. El camino no será sencillo, pero todo depende de San Martín.

