Delfina Pignatiello ama su carrera deportiva. Sabe lo que ha dejado al margen para ser quien es hoy. Entiende que los obstáculos son parte del camino. Tricampeona en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, sufrió el aislamiento por la pandemia y la falta de entrenamiento, y por eso cuando volvió se abrazó a su pasión. Entonces ilusiona cuando le responde a Clarín tras el Sudamericano: "Mi vida en la natación no termina ni aunque no se hagan los Juegos Olímpicos".
Como cualquier atleta clasificado a la cita olímpica, en pleno desconcierto por las segunda o tercera olas, todo es incertidumbre. Por más que el COI resalte que todo sigue en pie. ¿Cómo vive este presente Pignatiello? La respuesta que le dio a este medio por Zoom, desde el Parque Olímpico, habla mucha de su madurez.
“Pasé un momento muy duro en la cuarentena. Creía que se iban a cancelar, a aplazar, un montón de cosas. Llegaban fake news por las redes sociales. Por suerte no les di bola y estuve en lo mío y me centré en tratar de ser lo más optimista que pudiera”, señala.
“Lo más importante que aprendí es que debo dar lo mejor de mí y que mi familia y el equipo están haciendo lo mejor. Hay que mantenernos optimistas aunque haya incertidumbre y cueste. Ojalá que los Juegos se hagan porque estoy motivada de vuelta. Hasta que no haya info certera, todo sigue igual. Y si no se hicieran, mi vida en la natación no se termina en Tokio”, agrega.
Su vida es un constante cambio. Y así lo refleja Delfina: “Estoy creciendo como atleta y persona. Hace dos semanas me mudé sola a un departamento y estoy con la facultad. Sigo dejando de lado un montón de cosas por el deporte, como hacía cuando era adolescente. Me estoy convirtiendo en una mujer más madura y estoy muy contenta”.
En el Sudamericano, ganó el oro en los 800 libre pero no pudo en los 1.500. “Estaba un poco enojada porque no me salió lo que había planeado. Está permitido que pueda sentirme así. Pero cuando salí del agua cambié el chip, estuve fría y pensé que me quedaba otra prueba”, explicó. Y este viernes fue dorada en los 400 libre.
“Queríamos buscar la mayor cantidad de puntaje posible, porque queríamos este resultado colectivo, que es ganarle a Brasil. Y en lo personal, volver a sentir la competencia en otro nivel. Nos une el celeste y el blanco. Todos nos rompemos todos los días para poder entrenar y merecer el lugar en la Selección”, concluye. Ella hace rato que lo tiene bien ganado.