La orfandad en la que se mueven los deportistas argentinos que están lejos de los entes nacionales que rigen sus actividades y la falta de una política de Estado provincial, relacionada con el deporte, obliga a que la joven multicampeona argentina de mountain bike, en categoría Sub-23, Florencia Delaporte, tenga que viajar a Andorra para representar al país y a su tierra natal en un campeonato mundial sin ninguna clase de apoyo.
Entre pasajes y otros gastos, la promisoria ciclista de montaña necesita la suma de casi 4.500 dólares (según el cambio son 40.000 o 65.000 pesos, aproximadamente). Los pasajes (viaja el miércoles) los sacaron sus padres, el resto del dinero saldrá de los bolsillos de amigos y, también, de gestiones realizadas a través de la Fundación Planeta Ramírez.
“Golpeamos varias puertas, pero no conseguimos nada”, contó Darío “Quincho” Ramírez, quien la entrena desde hace cuatro años.
Florencia, que este año ganó los dos campeonatos de su categoría (rally y cross), no entró entre los atletas que apoya el ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo). “Hubo un recorte y de diez viajan seis -contó Ramírez- y la Facimo (Federación Argentina de Ciclismo de Montaña) se los otorgó a Catriel Soto, Darío Gasco, Luciano Caraccioli, Agustina Apaza, que son los elite que corren siempre y está bien, pero también llevan a un Sub-23 y un junior, aparte del presidente y el hijo del presidente”, amplió el técnico.
Con su simpatía habitual, la joven que dando cuatro años de ventaja (tiene 19) no tiene rivales en el plano nacional, afirmó que va “muy” entusiasmada. “Aunque viajaré sola, estoy muy entusiasmada, correré el 4 de septiembre, por lo que tendré tiempo para reconocer el circuito y ver cómo andan mis rivales”, explicó.

