La fiebre lo tuvo a maltraer. No se encontraba cómodo en el lugar donde suele moverse como pez en el agua. En la cancha número 2 del complejo de Flushing Meadows, en Nueva York, Juan Martín Del Potro recibió una paliza del joven austríaco Dominic Thiem, en dos primeros sets para el olvido. Lapidarios 1-6 y 2-6, pusieron al tandilense al borde del abismo… Pero Del Potro es de esa raza de jugadores que no se entregan. Sacó fuerzas de sus entrañas y, aprovechando un respiro que se tomó el europeo, fue ajustando su saque y metiendo puntos ganadores con el drive para quedarse con la tercera manga con un claro 6-1.
El aliento del público le insufló fuerzas en los momentos más críticos, especialmente en el cuarto set, cuando Thiem tuvo dos opciones para cerrar el partido cuando estaba arriba 6-5. El argentino logró superar el par de match points lo igualó en 6 y fue infalible en el "tie-break" al que ganó 7-1, para equiparar el marcador y empezar de nuevo.
Todo parecía indicar que Thiem sentiría el impacto, tras empezar perdiendo el último set con un Del Potro intratable con sus primeros servicios, el austríaco recuperó la confianza en su saque y el encuentro tuvo un alto voltaje emotivo. Del Potro apeló a todo su oficio para mantenerse en partido no permitiendo que su rival se agrandara más de lo posible. A un "winer" del 8 del mundo, "Delpo" contestaba con un derechazo plano que lo dejaba sin respuestas. Así llegaron al 5-4 favorable al argentino que dejó pasar un par de match point y luego festejó tras una doble falta (la cuarta) que cometió Thiem.