En el Wimbledon de las sorpresas, Juan Martín del Potro avanza a paso firme: derrotó al francés Benoit Paire por 6-4, 7-6 (7-4) y 6-3 en 2 horas y 24 minutos. El tandilense avanzó por primera vez a la segunda semana del Grand Slam británico desde su regreso al circuito en 2016.

 

Paire montó un teatro en la tercera cancha del All England. Primero fue un monólogo a puro grito contra sí mismo, contra su banco y contra el umpire Carlos Bernardes. La escena mutó en drama en el segundo set, cuando un resbalón del francés dejó en silencio al público e incluso preocupó a un Del Potro que cruzó la red para ayudarlo. En el tercer parcial se convirtió en una pantomima callejera: el galo pareció utilizar todo tipo de artimañas para tratar de frustrar al argentino, que no cayó en la trampa. Aunque eliminado, el estilo circense del francés dejó algunos puntos para el recuerdo. El partido tuvo de todo hasta en las tribunas: sobre el final del primer set debió interrumpirse durante diez minutos porque un espectador sufrió un desmayo.

 

El rendimiento del tandilense mermó con respecto de su fantástica actuación frente a Feliciano López. Aún así, resolvió un trámite complejo frente a un rival ilógico, capaz de lo mejor y de lo peor en un santiamén. Paire es inconsistente pero tiene el talento de un prodigio, aunque su carácter suele jugarle en contra en los momentos claves.

 

"Parece que su performance es mejor que la de su selección", reflexionaron tres franceses que aún celebraban el triunfo de Les Bleus en los cuartos de final de la Copa del Mundo de Rusia sobre el rendimiento de Del Potro.