No hay caso. Ni el último campeón argentino, Boca, pudo cortar la racha de empates en Mar del Plata. Anoche, en el estreno del equipo de Falcioni en el año, el Xeneize no pasó del 0-0 contra un San Lorenzo que puso lo mejor que tiene. Se trató de la cuarta igualdad del año (todas en La Feliz) y el tercer empate sin goles consecutivo.

El ritmo del primer tiempo fue intenso. No llegaron a jugar de ida y vuelta, pero al menos el partido tuvo muchas más emociones en ese parcial que el promedio de los juegos de verano. Con un Boca que tuvo de entrada solo a algunos de los que se consagraron siendo titulares en el Apertura, pero con la misma premisa de ser un equipo corto y confiable de atrás para adelante. San Lorenzo, que puso lo mejor que tiene, no se achicó ante el desafío y generó más riesgo de entrada. A los 18’ Juan Manuel Salgueiro metió un remate violento desde fuera del área que de no ser por el manotazo salvador del arquero Sosa, terminaba en gol. Incluso el balón pegó en el travesaño antes de irse al córner. El Xeneize, que contó con una multitud apoyándolo en La Feliz, tuvo la más clara recién a los 43’ cuando Blandi no supo definir bien el mano a mano ante el arquero Champagne. Tampoco el nueve contó con la frialdad necesaria para en el rebote poder anotar la apertura. Lo mejor llegó ya en tiempo de descuento con el penal cobrado al Ciclón debido al agarrón en el área de Leandro Caruzzo contra Jonathan Botinelli. Salgueiro lo ejecutó bajo, pero Sosa estuvo mejor con sus reflejos y la manoteó al córner.

La película del segundo tiempo estuvo más vinculada con el presente verano futbolero en la costa atlántica. Es que las llegadas en esos segundos 45’ brillaron casi por su ausencia.

Apenas un remate de media distancia de Pacheco para San Lorenzo trajo algo de intranquilidad al siempre seguro Sosa. Boca, por su lado, ya no manejó la posesión del balón y sus futbolistas sintieron el esfuerzo de una pretemporada que atraviesa su etapa más feroz. Con Chávez demasiado estático, el equipo de Falcioni se quedó sin un generador de juego. La salida en el Cuervo de Romagnoli también conspiró contra eso en el equipo de Madelón y así se vivió una etapa plagada de jugadas imprecisas.