Preocupación. Angustia. Desesperación. Con ese final poco feliz, terminaron los 20 mil sanjuaninos que acudieron anoche a ver el primer partido de Lionel Messi en San Juan. Es que el Bicentenario pasó de la alegría de ver al mejor jugador del mundo en su máximo esplendor, a un final inesperado que anoche al cierre de esta edición, arrojó el primer resultado. Messi fue revisado en el CIMAC y el parte médico hasta ese momento sostenía que lo que padeció el capitán del seleccionado era ‘un traumatismo en el lado izquierdo de la zona lumbar y la parrilla costal, con una gran hematoma, pero sin fisura’. Es decir, sin la recuperación no sufre ningún contratiempo mayor, podría estar presente en el debut de la Copa América Centenario el 6 de junio.

Fue en el minuto 13’ del complemento el momento de dramatismo. Lio, tras elevarse para realizar un pase de taco, fue derribado por Johnny Leverón y atropellado accidentalmente por Oliver Morazán. El golpe seco en el piso del estadio pocitano, causó en los presentes un silencio atroz. Rápidamente lo sacaron del campo y tras realizarle una ecografía en el vestuario decidieron trasladarlo al centro médico capitalino. Claro que antes, los sanjuaninos pudieron ver una gran actuación del rosarino, que no brilló en su máximo nivel, pero que cuando jugó, dio clase de talento. Hubo que esperar unos cuantos minutos para ver en acción al Diez. A los 18’ fue su primera intervención y la primera con claridad para la Selección cuando metió un centro justo, pero sacó un defensor al córner. Después, entregó sendas asistencias a Higuaín y Di María, y antes de terminar lamentó que Lamela no pudiera darle el toque final a su obra. Cada vez que tocó la pelota, recibió la ovación de los fanáticos, que si bien se fueron preocupados, se dieron el lujo de ver al mejor en acción.