Son oriundos del Barrio La Estación, de la Villa San Damián y de zonas aledañas. Todos encontraron en el básquetbol su cable a tierra y si bien arrancaron practicándolo como una forma de distracción, ahora sueñan con federarse para poder jugar en Primera División. Se trata del equipo de básquetbol que se formó en el Parque de Rawson y que se denomina Sindicato de Empleados Públicos, porque el apoyo del gremio es el único sustento que tiene este grupo de jóvenes que ahora aspira a llegar a la Primera División del básquet sanjuanino.
Jugar en la élite del deporte a nivel provincial es lo que más anhelan.
El equipo se formó por iniciativa de Cristian Riveros, un vecino de la Villa San Damián quien supo ser jugador de Lanteri y que por esa misma pasión que siente por el deporte, decidió hace ya cuatro años transmitir esos conocimientos a los chicos más necesitados. “Siempre fui un apasionado por el deporte y acá era normal ver chicos que andaban por malos pasos. Entonces empecé a invitar a pibes de esta zona a que vinieran a jugar un rato y se engancharon. Todo se hace con sacrificio, pero el premio es ver que los chicos pasan la tarde haciendo deportes y que no andan en la calle”, contó Riveros, quien se mostró orgulloso por la cantidad de chicos y grandes que se prendieron a su iniciativa.
Ahora son cerca de 40 personas, entre hombres y mujeres, que se juntan los martes y jueves desde las 18 y hasta pasadas las 23 a jugar al básquet en el playón del parque rawsino, porque no tienen cancha. A su vez, hace poco se sumó un grupo de jugadores que se desvinculó de Inca Huasi y que impulsaron a que el SEP ahora aspire a ser profesional.
Riveros y compañía hacen todo a pulmón. En esta época del año, los entrenamientos al aire libre se tornan más duros de lo habitual por las bajas temperaturas, pero igual ese no es impedimento para que se reúnan a practicar el deporte que aman. Desde siempre recibieron apoyo de José Díaz, titular del SEP, y después el municipio rawsino también los apoyó incluso ofreciendoles un espacio en el velódromo rawsino. Ese hecho de no tener sede propia es uno de los inconvenientes para poder federarse. Es que para jugar en Primera la exigencia es contar con tableros de acrílico profesionales y para eso necesitarían los 67 mil pesos que cuestan las jirafas móviles que -en caso de adquirirlas- se instalarían en el velódromo. Y ahí sí estarían en condiciones de poder llegar a la máxima división.
“El sueño está. Pasamos presupuesto en la Secretaría de Deportes y ojalá tengamos respuesta. La mayoría de los chicos que vienen acá no tienen los recursos necesarios como para pagar una cuota en algún club, incluso hay pibes que no tienen 30 pesos para pagar los torneos de Reserva que jugamos”, sostuvo Riveros, quien oficia de entrenador de manera gratuita pero que no se arrepiente de ese tiempo que él invierte por las tardes.
Los chicos del SEP seguirán golpeando las puertas necesarias para cumplir el sueño que hoy por hoy anhelan todos. Se ilusionan en que todo el sacrificio que hoy realizan pueda tener su premio en un futuro cercano.
Presupuesto
67 Miles de pesos necesitan para adquirir los tableros de acrílico y cumplir los requisitos que exige jugar en Primera.
Deportivo y solidario
En el equipo de básquetbol del SEP realizan un gran sacrificio para poder entrenar pero también necesitan apoyo. Riveros contó que hay muchos de sus jugadores que no tienen zapatillas. Incluso él, quien tiene una pequeña sodería, en su reparto diario les cuenta a sus clientas de su equipo y confesó que muchas veces le donaron calzado para los chicos. Ahora, buscan hacerle un chocolate a los pequeños por el “Día del Niño” y para eso ya se encuentran recolectando cajas de leche y juguetes para poder realizarle un agasajo para los pequeños de la zona.