Emiliano Segura. Jugador de la selección Sub15. .

 

 

El básquetbol de San Juan es el instrumento viviente de que no hay adversidad que pueda frenar a la pasión por el deporte y tanto en el seleccionado Sub 15 como en el Sub 17, dos de sus jugadores demostraron que cuando se quiere, se puede.

Feliz, pleno, emocionado y agradecido por esta otra oportunidad que le regaló la vida misma, Emiliano Segura siente que volvió a vivir y que hoy estar en los Evita es la recompensa a tanto sacrificio, a tanto dolor. Ese que empezó en 2016 cuando le diagnosticaron leucemia. Le costó el tratamiento. La pasó mal pero se recuperó y en este 2017 volvió a nacer. Regresó a la UNSJ, al colegio y a su vida. "Estoy feliz, no puedo pedir más. Disfrutar de los Evita ni lo pensaba hace apenas un año", contó Emiliano.

 

Franco Pereyra. Integrante de la selección Sub17

 

En el Sub 17 la historia de Franco Alberto Pereyra estremece. El pivot de 1,90 m, jugador de Urquiza y del seleccionado sanjuanino, volvió a vivir tras un durísimo trance. Lo operaron tres veces de la cabeza por un tumor cerebral y estuvo un mes entero en absoluto reposo. El basquet parecía olvidado pero se recuperó. Volvió con mucha calma, con mucho cuidado; fue cuestión de tiempo nada más.

"Esto es volver a vivir y confiar siempre que se puede", dijo.