Croacia eliminó en los penales a Rusia y se metió en la semifinal de un Mundial por segunda vez en su historia. Denis Cheryshev había abierto el marcador para el anfitrión, mientras que Andrej Kramaric y Domagoj Vida lo dieron vuelta. Sobre el final, Mario Fernandes le dio la agónica igualdad a los rusos.
En un primer tiempo con pocas opciones para ambos, Rusia sacó la ventaja inicial gracias a un soberbio zapatazo de Cheryshev, que con la zurda la puso en el ángulo derecho de Danijel Subasic a los 31 minutos. Sin embargo, la respuesta no tardó en llegar y Kramaric la empujó a los 39′ para el 1-1 de los balcánicos.
Luego del descanso, Perisic tuvo su chance a los 15′ del complemento, pero el palo le negó el grito. Esa fue la más clara de una etapa en la que el local se quedó con pocas armas para lastimar y no hizo más que tratar de sostener el empate para forzar el alargue.
Ya en el suplementario, el tramite del encuentro mantenía las características mostradas a lo largo de los primeros 90 minutos: poco juego, muy trabado y escazas ocasiones de gol. Sin embargo, el encargado de romper esa monotonía fue el croata Vida. A los 10 minutos del primer tiempo del alargue, el defensor aprovechó un córner ejecutado desde la derecha y metió un cabezazo que se terminó colando abajo, al lado del palo izquierdo del arquero Ígor Akinfeev.
Todo parecía que marchaba a favor de Croacia, pero la recompensa para Rusia por no haberse dado por vencido llegó a cinco minutos del final de la prorroga: Alan Dzagoev ejecutó un tiro libre fantástico cerca del vértice derecho del área grande rival y el que conectó de cabeza y mandó el encuentro a los penales fue Fernandes.
Desde los 12 pasos, los que tuvieron más eficacia fueron los balcánicos. Una atajada de Subasic a Fedor Smolov y un yerro de Fernandes, quien minutos antes había convertido la igualdad, sentenciaron la suerte Rusia.
Con esta victoria, Croacia igualó su mejor marca histórica en la Copa del Mundo y después de 20 años avanzó a semifinales, tal como lo hizo en Francia 1998. En aquella oportunidad, el conjunto balcánico perdió la semifinal con el anfitrión y luego se llevó la medalla de bronce tras derrotar a Holanda.
Ahora, el seleccionado dirigido por Zlatko Dalic tendrá la posibilidad de hacer historia y alcanzar por primera vez en su historia una final de una Copa del Mundo, cuando se enfrente a Inglaterra el próximo martes, a partir de las 15, en Moscú.