Michel Covea no iba a ser de la partida, pero en la noche previa, la del viernes, Leandro González no se sintió bien y como Azconzábal necesitaba tener a todos al 100%, decidió que el último refuerzo que llegó al club tuviera su debut como titular. De esta manera el venezolano de 20 años tuvo su presentación ante su gente, ya que sólo había ingresado algunos minutos ante Villa San Carlos y Ferro -ambos de visitante-, y no desentonó. Al contrario, fue uno de los mejores, sobretodo en el primer tiempo donde siempre se mostró como descarga y elaboración de juego.

El pibe que también jugó en la selección juvenil de su país, mostró que es una alternativa confiable, al que le falta minutos para tomar la confianza que ayer necesitó para encarar, quizá su déficit que le impidió una labor redonda. Porque mostró un buen cambió de ritmo, que de espaldas al arco aguanta y le da salida limpia a la pelota, y que no le pesó el debut, más allá de tener enfrente a uno de los grandes equipos del país.

Recostado en ataque sobre la derecha, fue el receptor de casi todos los balones. Tanto Quiroga como Alvarez lo buscaron constantemente y Covea nunca se achicó. La pisó, giró, aceleró y hasta desbordó. Claro que dentro de su repertorio le faltó encarar. Tener la suficiente convicción para buscar el área rival con la misma determinación que gambeteó y varias veces dejó mal parado al rival. “Covea está preparado y es un jugador con categoría que tiene que seguir creciendo. Para mí, cumplió”, dijo al respecto Azconzábal quien tiene en el venezolano una carta de tres cuartos de cancha para adelante que debe pulir para hacerlo clave en su juego.