Impactante. Inexplicable. Sólo los que se animaron a desafiar al parque triásico y luego al Cerro Morado podrán explicar lo que se vivió el sábado por la noche en el "6to Desafío a Ischigualasto" el cual tuvo lugar en el mismísimo Valle de la Luna. Competidores de San Juan, Córdoba, Mendoza, San Luis, Entre Ríos, La Rioja, Santa Fe, Buenos Aires y algunos de Chile, conformaron el multitudinario pelotón que se introdujo el sábado por la noche en pleno parque sólo acompañados por la luz de la luna.
Ese era el marco que se necesitaba para tan impresionante desafío. Es que competir en medio de las maravillas más admiradas por los ojos de todo el mundo como el "Gusano", pasando por "Valle Pintado", un poco más allá parando en el "Submarino" y ya con el peso de la carrera mirando desde lejos al "Hongo", fueron algunas de las estructuras que ofreció el Valle de la Luna y que los competidores pudieron disfrutar. E incluso algunos se tomaron su tiempo para detenerse y fotografiarse para así llevarse un recuerdo de la odisea a la que se sometieron.
Y sí, fue una odisea. Porque no fue fácil para los bikers llegar al punto final después de haber atravesado los más de 40 kilómetros comprendidos en el Parque Ischigualasto. Fue más complicado todavía para los que después del MTB escalaron el "Cerro Morado" para completar el Duatlón que comprendió 10 kilómetros de treeking.
Para ninguno fue fácil y así muchos abandonaron apenas comenzada la competencia, otros sufrieron roturas en las bicis y terminaron el pleito a pleno trote. La presencia de la Luna fue por algunos minutos apenas comenzada la etapa. Después las nubes la coparon y la llegada del viento más en la noche, hicieron que sólo la luz de los reflectores de las bicis fueran el único acompañante en la cálida noche de sábado.
En ese trayecto rudo y desafiante, Emanuel Castro, Miguel Vergara, Fernando Giménez y Raúl Vernardini fueron los que se cortaron para hacer su diferencia. Entre ellos encabezaron al pelotón y recién en los últimos kilómetros fue Castro el que logró cortarse para sacar una buena diferencia hasta la línea final. El "Niño Moto" volvió a mostrar sus armas y se quedó con el Desafío en la modalidad de MTB. El barrealino Carlos Fernández se encargó de escalar de la mejor manera al Cerro Morado para coronarse en la modalidad de Duatlón.
El sudor, los rostros llenos de lágrimas, algunas lastimaduras producto de las caídas, eran las secuelas que mostraban los competidores al llegar. La emoción por haber cumplido se reflejaba en el rostro de cada uno de ellos. No importaba la posición en la que se terminó ni tampoco la presencia en el podio. Lo más importante ya había ocurrido. Completar el circuito no fue poca cosa. Fue todo un desafío.

