El español Alberto Contador (Astana) se consagro ayer definitivamente como el mejor ciclista de la actualidad al quedarse con su segundo Tour de Francia en tres años, mientras que su compañero de equipo el estadounidense Lance Armstrong, quien regreso tras tres años de ausencia y se coronó siete veces en la vuelta francesa, finalizó en el tercer escalón del podio.
A los 26 años Contador, que no tuvo rival dentro del pelotón y la alcanzo con demostrar su superioridad en las cronos (Mónaco y Annecy) y en tres etapas de montaña (Arcalis, Verbier y Ventoux), ostenta un invicto en las grandes vueltas desde 2007, su primer Tour, el Giro y la Vuelta 2008.
Pero, quizás los mayores inconvenientes que el oriundo de Pinto (en las afueras de Madrid) debió afrontar surgieron en el seno de su propio equipo, la poderosa formación kazaka Astana dirigida por el belga Johan Bruyneel y que contó con el regreso de Lance Armstrong, quien minó el indiscutido liderato deportivo del español.
Pero a pesar de la ítima rivalidad que hubo en este Tour. Armstrong fue uno de los mentores del instinto ganador de Contador. Al español se le detectó en 2003 un cavernoma cerebral que a punto estuvo de quitarle la vida. Ganó la partida a la enfermedad cerebral tras someterse e una delicada intervención quirúrgica en el hospital Ramón y Cajal de Madrid. En el postoperatorio ganó deseos de vivir leyendo el libro "Mi vuelta a la vida", de un tal Lance Armstrong.
"Ha sido una victoria doble, en la carretera y en el hotel", aseguro Contador en los Campos Eliseos tras finalizar la ultima etapa dejando en claro que "a partir de ahora estaré en un proyecto diferente al de Armstrong", puesto que el tejano ya anuncio que en el 2010 correrá para el equipo RadioShack, que el mismo dirigirá.
Con esta victoria, Contador puede tomarse revancha por no haber podido defender su titulo en la edición 2008, puesto que ese año su equipo no fue invitado por los casos de dopaje que se habían producido el año anterior.
Contador ha concretado una gran actuación, donde sacó a relucir que es un corredor de raza, que tiene calidad, inteligencia y además ha podido sortear todos los problemas que se le presentaron durante las tres semanas.
Y no hay dudas que será muy difícil desalojarlo de ese lugar de privilegio que ostenta en el mundo del ciclismo.
Una carrera con todos los condimentos
