367 días pasaron y otra vez la historia tuvo un final feliz para San Martín. Por eso se festejó tanto o más como aquel ascenso en La Plata el 30 de junio del 2011. La permanencia lograda ayer en un Hilario Sánchez repleto como nunca antes en la historia moderna del club se celebró de manera tremenda. Con gritos de desahogo por parte de muchos y con lágrimas del lado de otros. Fue el cierre de una temporada donde el equipo sumó 50 puntos en 40 partidos disputados. Una campaña que en cualquiera de las anteriores en Primera lo habría dejado a salvo de todo mucho tiempo antes. Por lo hiper competitivo de esta 2011-12, principalmente debido al gran rendimiento de los otros tres equipos que también ascendieron, al Verdinegro le tocó conseguir el objetivo después de un mano a mano ante este Rosario Central, un equipo que se desinfló cuando en realidad necesitaba todo lo contrario. Y la salvación fue a puro coraje. Sin el fútbol que mostró San Martín por momentos ante Newell’s, Olimpo y All Boys. Con la garra y el corazón bien firmes buscando ese objetivo de seguir en Primera. Como muestra de lo unido y largo del plantel basta el ejemplo de Francisco Mattia. El grandote defensor que llegó hace un año desde Flandria, en la B Metropolitana de nuestro país, disputó los 90′ más importantes de la campaña, siendo junto a Lucas Landa y Luis Ardente los puntos salientes del 0-0 del domingo. Por eso se salvó el Verdinegro de este Facundo Sava que tuvo su bautismo en la profesión hace poco más de dos meses y ya se anotó un ítem más que importante en su curriculum. Lo hizo con la convicción de apostar siempre al ataque desde que llegó, aunque en la revancha de la Promoción de ayer prefirió la cautela al sacar a Poggi y ubicar al mencionado Mattia en la zaga sanjuanina. La ecuación de ganar altura le salió bien y ese es otro mérito a reconocerle al Colorado, con el cual ya anunció el presidente, Jorge Miadosqui, habrá que hablar para su continuidad.
Justamente en una decisión de Miadosqui también se basó este objetivo cumplido. La salida de Daniel Garnero faltando ocho fechas para el final resultó un cambió de dirección realizado justo a tiempo. No se repitió el error del 2008 cuando se decidió seguir con Fernando Quiroz hasta el final. El cambio de aire promediando este Clausura le dio el impulso necesario a un plantel que venía en caída desde lo numérico y lo anímico. El triunfo ante Godoy Cruz en el clásico sirvió para mirar de ahí en adelante con una perspectiva más positiva.
Otro punto diametralmente opuesto al anterior paso por Primera fue que en este caso se mantuvo a la mitad del plantel. Se trajeron jugadores que sorprendieron como García, se consolidó un central de la categoría de Landa, se eligió muy bien el reemplazo de Pocrnjic como fue Ardente, apareció en su dimensión un goleador como Caprari y tuvo en Poggi ese factor desequilibrante con el que ya contaba en la B Nacional.
Un buen plantel, pero también un gran grupo humano que vivió solo en los conflictos de Roberval algunos puntos polémicos. También en la manera de salir adelante de esa salida polémica del brasileño del club se dio otro aspecto a resaltar en esta permanencia. La cabeza visible en el camarín puertas adentro fueron los Grabinski, los Alvarez y los Pocrnjic. Muchos de ellos tuvieron la chance de volver a sentirse plenos jugando en un club de Primera División en nuestro país y no la desaprovecharon.
Este fútbol hiper profesional no deja espacios para mayores celebraciones. San Martín tiene el próximo jueves un acto eleccionario donde Miadosqui seguramente será nuevamente elegido. El club deberá "mudarse’ al Bicentenario para arrancar el flamante Torneo Inicial 2012 a partir de agosto. Falta poco más de un mes para eso y hay muchas cosas por definir. Cuerpo técnico, pretemporada, jugadores que se van, futbolistas que se quedan, etc. Trabajando contrarreloj y con la experiencia ganada será un nuevo desafío para este San Martín que con 104 años celebra ser de Primera. Y lo hizo con uñas y dientes…

