Duele perder así. Sin que el rival lo pase por encima, con un gol en contra y habiendo desperdiciado demasiadas chances en el que fue su momento del partido. San Martín lo sufrió así. Se quedó sin invicto y en deuda con su presente porque solamente fue San Martín en la primera parte del partido contra Chacarita. Después, perdió consistencia, perdió juego y terminó jugando a lo que este equipo no siente: el pelotazo.

1 Lo mejor

Un tiempo a lo San Martín, otro a cualquier cosa. Al equipo de Franco le costó meter el desarrollo del partido en sus carriles habituales solamente 10 minutos. Cuando aparecieron Alderete y Scatolaro, San Martín empezó a manejar la pelota, llevó el juego a lo que más siente y terminó llegando por sistema. Le faltó la contundencia de otros partidos y en ese punto flaco empezó a perder contra Chacarita. Ni Penco, ni Roberval, ni Barreiro estuvieron inspirados y eso condicionó el rendimiento general de un San Martín que hizo todo el gasto en la primera parte, pero se quedó sin ganancias.


2 Lo peor

En la segunda parte, San Martín nunca encontró la pelota como para lastimar jugando. Chacarita, sin ser mucho más, le complicó la vida y la falta de precisión en los volantes sanjuaninos terminó conspirando para que el Verdinegro mostrara su peor cara en el complemento. Ya no llegó por sistema, llegó aisladamente y terminó sufriendo lo mismo abajo del arco: la falta de contundencia. Chaca, sin mucho, se llevó todo. Supo maniatar a San Martín, solamente eso.


3 Reacción

En el futuro inmediato, hay clásico a la vista para San Martín y es Independiente Rivadavia en Mendoza. Un partido especial para intentar recuperar la memoria, la regularidad y la contundencia para ser el que fue hace apenas 90 minutos atrás en esta Primera B Nacional. El futuro es hoy y Franco sabe que el material está.