Partidazo. De esos en que la emoción se mantiene hasta el segundo final. Veloz. Apretado. Con grandes individualidades. De un hockey preciosista y con escasas infracciones. En realidad, un placer para los ojos. Lo ganó UVT por 5-4. Pudo ser empate. Y nadie se hubiese ido disconforme. Lo cierto es que el Comunitario se valió de los momentos. De esos, que fueron pocos, en los que agarró a Concepción a contramano. Y así edificó su primera victoria en la Liga Nacional de hockey. Quitándole el invicto al Azul, que repitió su buena faena ante Huracán pero que le faltó punch a la hora de definir. En realidad tuvo enfrente a un gran arquero como Martín Alvarez que tapó varias netas de gol.

UVT se exigió siempre al máximo. Porque, en el juego, en muchos pasajes fue superado por la visita. Pero el técnico Eduardo Quiroga tuvo en cancha desde el principio a Paco Roca (hizo dos goles) y metió desde el banco a otro, Mariano Ortiz (anotó otros dos, los que inclinaron el tablero). Con eso, más el despliegue del resto, le alcanzó para ganar. Y eso que promediando el complemento el menor de los Ortiz sufrió un bochazo en la cara (que le cortó el labio superior) y se fue con el rostro ensangrentado para no volver más a la cancha.

El partido siempre fue parejo. Leal. Rápido. Con chances para los dos. La UVT madrugó (ganaba a los 2′ con gol de Saavedra) pero Concepción se lo fue llevando por delante en base a un excepcional trabajo del Taco Raed y lo emparejó. El local volvió a quedar arriba (gol de Roca) pero de nuevo la visita lo empardó (bombazo del Flaco Bueno).

Y en el complemento todo siguió vertiginoso. Hasta que Quiroga mandó al ruedo a Mariano Ortiz. El pibe se despachó con dos goles (de jugadas elaboradas) y desde ahí se le hizo más cuesta arriba a los del Lito Belbruno.

Igual, la velocidad de Ariel Romero y la sapiencia del Taco dejaron a tiro a la visita. Justamente Raed anotó con un gol de maravillas (la levantó y la cacheteó en el aire), Paco Roca le dio aire a la UVT con un tiro cruzado y Bueno hizo lo mismo con un sablazo. El final fue para alquilar balcones. Concepción, desesperado, de cara al empate. UVT defendiendo su triunfo. Que lo consiguió. Eso sí, no sin antes meterle su gran cuota de sudor y también sufriendo por la sangre de uno de sus goleadores.