River, líder invicto, y Boca empataron ayer 1-1 en el estadio Monumental, en un superclásico por la 10ma. fecha del torneo de Primera División que estuvo pasado por agua, a raíz de una intensa lluvia que se abatió sobre Núñez. River salvó una racha de 18 encuentros sin perder (12 triunfos, 6 empates) con un cabezazo de Germán Pezzella, a los 33’ del segundo período. El Xeneize se había puesto en ventaja a los 22’ de la primera mitad, por intermedio de Magallán.
Por la intensa lluvia caída, el campo de juego fue el principal protagonista del partido, debido a que el balón quedó atrapado, en muchos pasajes, entre los charcos de agua. En ese contexto primó el temor a cometer un error por el estado de la cancha y eso favoreció el planteo de Boca de esperar a su rival y apostar a alguna pelota parada. River quiso imponer su estilo vertical, sin embargo, el agua frenó el ímpetu y lo hizo abusar del pelotazo.
La fórmula boquense dio resultado cuando un envío desde la derecha de Federico Carrizo fue conectado por Magallán, que se estiró con los pies para adelante y conectó al gol, pese a la estirada de Marcelo Barovero. River pudo llegar al empate con un centro desde la derecha de Pisculichi que bajó Gutiérrez y Mora no pudo parar el balón por lo que llegó a las manos de Agustín Orión. River tuvo la chance de un penal, mal sancionado por el árbitro Mauro Vigliano, de flojo desempeño en el clásico. A los 40m., un tiro de Ariel Rojas que iba a la valla fue interceptado por Gago en el área chica. Según Vigliano, Gago utilizó mano para parar el remate. Pero el ex Real Madrid y Valencia metió cabeza y la impresión óptica dejó ‘en offside‘ al árbitro. La ejecución de Mora, muy desviada, privó a River de un empate que, a esa altura, parecía lo más acorde al desarrollo.
En el segundo tiempo, después de un comienzo a pura presión del local, Boca se volvió a fortalecer en su esquema defensivo. Solamente rompió la monotonía del partido un cabezazo esquinado de Mora, tras un buen centro de Sánchez, que sacó el arquero boquense, al córner. Boca se conformó con aguantar y apostar a alguna réplica aislada. Ante esta situación, Gallardo hizo ingresar a Pezzella por Pisculichi. La apuesta le salió bien al entrenador cuando Funes Mori mandó un centro largo que Pezzella conectó de cabeza, Orión dio rebote y le dejó servido el empate al defensor ingresado. River intentó buscar la victoria para mantener su ventaja en el torneo, pero se fue correctamente expulsado Funes Mori y el partido se hizo equilibrado. Hasta Boca lo pudo ganar con un zurdazo de Andrés Chávez, que fue detenido a medias por el arquero Barovero.