Desde hoy y hasta el viernes cerca de 1.000 mujeres provenientes de todos lados del país participarán en San Juan del XXIII Torneo Nacional de Mamis de hockey sobre césped en categoría menores. Dentro de los equipos que competirán, y sobre todo tendrán un momento de entretenimiento, se encuentra la historia particular y consternada de Universidad Rojo. Es que las jugadoras decidieron homenajear a una de sus jugadoras emblemáticas como Mónica Zárate, quien el 13 de febrero de este año perdió la vida a causa de una aneurisma cerebral. De ahí la bandera recordando a “La Flaca” como la conocían todos en el grupo de hockistas. Justamente ayer Zárate hubiera cumplido 53 años.
Mónica comenzó en la Universidad hace diez años y el nexo para ingresar al equipo fue Sonia Abdala, quien comentó que la situación en la que se conocieron no fue la mejor: “Nos conocimos en un sanatorio, yo tenía a mi mamá internada, y ella a su papá. En 20 días conversamos mucho, me contó que había jugado a hockey, yo le conté que jugaba y le dije que un día se presentara y se uniera con nosotras en Universidad. Después mi mamá falleció y el papá de ella también, eso fue en abril. Y una tarde de mayo la “Flaca” llegó al entrenamiento para unirse con las Mamis”.
Este Nacional no va a ser el primero que dipute este equipo. Pero recuerdan que hubo años que no pudieron participar por falta de jugadoras: “Desde que se fue la Flaca, parece que nos mandó chicas del cielo. Éramos 7 durante años y hoy somos 19. No nos cabe dudas que es un milagro de ella”, afirmó Sonia.
Al momento de detallar como era Mónica en la vida cotidiana todas quisieron aportar algo: “Era muy prolija y muy pulcra, no le gustaba nada sucio, un día me quitó las medias y se las llevó. Al otro día me las devolvió súper blancas”, afirmó Popi. “Era de carácter fuerte, pero a la vez era bastante alegre, le encantaba bailar” añadió Mari Audala. “Además era re coqueta, siempre bien peinadita, bien arreglada, era siempre así” argumentó en sentido canchero Claudia Vilchez. La que no llegó a conocerla fue Mirtha Ibañez, pues ella empezaba a entrenar el mismo día que falleció Mónica. “Por lo que cuentan las chicas se ve que era muy buena persona, es como una más de nosotras porque siempre se la recuerda”, expresó Mirtha.
Cuando sus ex compañeras debieron definir lo que significa Zárate para el equipo, muchas no pudieron contener la emoción e incluso las lágrimas. “La pérdida de la Flaca nos causó mucho dolor.
Lamentablemente uno se da cuenta de cuánto quiere las cosas, cuando las pierde. Yo lloro permanente cuando me acuerdo de ella, prefiero no ver las fotos porque ahí nomás una se acuerda de todas las cosas vividas. La Flaca ha dejado un vacío que nadie podrá llenar nunca. Es muy fuerte”, reflexionó Claudia que no pudo contener las lágrimas. Una historia dentro de tantas de este Torneo Nacional de Mamis, pero con un plus emocional difícil de igualar.

