El hashtag de la Selección Argentina casi fue un mensaje: #Nuevodesafío. Eso empezó en la noche californiana, madrugada de la Argentina. El nuevo equipo que armó Lionel Scaloni aprobó con creces su primer desafío. Ejerció un dominio absoluto. Puso ganas y goles. Demostró que había un solo equipo en la cancha. Vapuleó por 3-0 a una débil Guatemala. Y dejó expuestas claramente la falta de equivalencias. Un primer paso positivo y con una versión que deberá repetirse ante un rival más poderoso como lo es Colombia.

 

Argentina dio una lección de fútbol moderno en el primer tiempo. Haciendo lo que quiere Scaloni: 1) Presión bien arriba para provocar el error de los rivales. 2) Transiciones rápidas con los pases de Lo Celso y Paredes que dejaron varias veces en posición de gol a los de arriba. 3) Desequilibrio por los dos costados, aunque en los primeros 45 minutos hubo más ataque por la derecha (bien Renzo Saravia proyectándose; mal Pavón resolviendo) que por la izquierda (bien Palacios subiendo por sorpresa; intermitente Pity Martínez para conectarse con sus compañeros).

 

A esa vorágine que fue la Selección le faltó precisión para definirlo antes de los 27 minutos, cuando llegó el primer gol de penal (remató Lo Celso y Vásquez puso el codo) por el zurdazo impecable de Pity Martínez. El cabezazo de Gio Simeone se fue por arriba. El de Funes Mori no acertó el arco y pasó la lado del poste derecho. El de Palacios lo sacó Vasquez al córner. Otro de Gio lo tapó el arquero Motta.

 

 

 

Hasta que Martínez "abrió" el arco y la definición llegó por decantación. El segundo fue un bombazo de Lo Celso desde afuera del área que pasó entre un montó de piernas de los defensores guatemaltecos y dejó sin chances a Motta. Caso curioso el del ex PSG que hoy pasó al Betis de España. No jugó un solo minuto en el Mundial y con esta actuación acentuó algo que no se entiende: por qué tomó Sampaoli una decisión tan errada.

 

 

El tercero fue una jugada sacada del manual que quiere imponer Scaloni en esta nueva Selección. Presionó Palacios la salida del fondo de Guatemala, asistió a Gio Simone y el "Cholito" armó un jugadón (con amague incluido) que concluyó con un zurdazo letal. Y dio placer ver cómo festejó el gol con esa descarga emotiva y el abrazo genuino de sus compañeros. En la Selección hay que gritarlos bien fuerte, aunque sea un amistoso contra la selección que está en el fondo del ranking FIFA.

 

 

 

Guatemala es una selección de tercer orden que puso voluntad, pero nada de fútbol. Algunos de sus futbolistas fueron demasiado ingenuos, especialmente sus defensores. Otros, simplemente parecían de un equipo de barrio o sacados de un picado entre "casados y solteros", como el 10 José El Moyo" Contreras o el 19 Kevin Norales. Bajitos, gorditos, morrudos, con algo de picardía de potrero pero bien lejos de una preparación de primer nivel. La única vez que llegó en el primer tiempo fue a través de un cabezazo débil de Martínez a las manos de un Rulli que fue casi un espectador en el partido.