Boca Juniors, con el regreso de su estrella Juan Román Riquelme, le ganó por 2 a 1 a Arsenal, en La Bombonera, luego de siete partidos sin sumar de a tres, por la 14ta fecha del Clausura.
Matos puso en ventaja a Arsenal, pero Figueroa y Chávez lo dieron vuelta para Boca, todos los goles en el primer tiempo.
Un error defensivo de Boca en la salida propició la apertura del marcador. Leguizamón entró al área por la derecha y cedió hacia atrás para Matos, cuyo remate ingresó junto al palo izquierdo de Abbondanzieri, luego de pegar en el travesaño.
A los 12 minutos, Matellán disputó dentro del área visitante una pelota con Figueroa, quien terminó en el piso. No hubo falta del ex Schalke 04, que no tocó ni el balón ni a su adversario pero el árbitro Diego Abal marcó penal.
Riquelme lo ejecutó al palo derecho pero Cristian Campestrini adivinó el intento y sacó el disparo.
Figueroa tuvo otra chance y no la desperdició: se retrasó para participar del armado y tocó a la derecha para Gracián, quien cedió a Chávez. ‘Pochi’ entregó el balón al ex Rosario Central, quien definió de zurda junto al palo derecho de Campestrini.
Los dos volantes creativos ‘xeneizes’ en funciones de mediocampistas externos aparecieron como alternativas en la generación de juego y, a la vez, mostraron lógicas deficiencias para la marca contra carrileros de oficio.
La virtud en ofensiva surtió efecto sobre el final de la primera etapa, cuando Chávez abrió a la izquierda para Mouche, cuyo centro fue recibido por el propio ‘Pochi’, que resolvió de primera para vulnerar a Campestrini.
Riquelme fue bien controlado en zona por Casteglione, con la colaboración de Carrera cuando el enganche ‘auriazul’ se volcó a la izquierda. Por eso, el protagonismo de Chávez, más aún en la conclusión de las jugadas, cobró un alto valor.
En el segundo tiempo, Arsenal salió a buscar el empate. Así, Sena fue de doble cinco y el ex mediocampista de Huracán se ubicó en su puesto natural. Con la entrada del delantero Darío Benedetto por el lateral Brau, el ex Vélez se reubicó como ‘4’.
No obstante, Boca se afirmó desde el primer cuarto de hora y estuvo a punto de aumentar pero Campestrini se lo impidió con cuatro muy buenas intervenciones ante Mouche, dos veces, otra ante a un furioso tiro de Gracián y la restante frente a un violento disparo de Riquelme.
Si bien Román no pesó en el juego colectivo como él acostumbra, quedó claro que su presencia liberó de presiones a sus compañeros en la ofensiva, que lucieron desinhibidos tanto para crear como para pisar el área rival.

