River venció ayer 2-0 a Quilmes en el estadio Monumental, por la decimonovena fecha del torneo de Primera División del fútbol argentino, y mantiene las esperanzas de darle pelea por el título al actual líder Boca.
Lucas Alario, a los 26 y 41 minutos del segundo tiempo, fue el autor de los goles. Quilmes, donde asumirá esta semana Cristian Díaz como entrenador, sigue en una posición comprometida en la tabla de los promedios, muy cerca de caer en zona de descenso.
En un encuentro que enfrentaba a adversarios con realidades muy diferentes, ya que mientras River busca mantenerse con chances de pelear el campeonato Quilmes intenta no caer en puestos de descenso, no se notaron esas diferencias durante el primer tiempo.
Frente a un equipo consolidado y con un entrenador idolatrado por sus hinchas como Gallardo, la visita salió al campo de juego sin complejos de la mano de su director técnico interino, Leonardo Lemos. Si bien el dueño de casa asumió el protagonismo, sufrió mucho los contraataques, sobre todo en el primer tramo del partido. Cerca del primer minuto de juego, desbordó Federico Andrada por derecha, envió un centro muy peligroso y por centímetros no llegó a empujar la pelota Brandon Obregón.
A los 14, otro desborde por derecha, esa vez de Matías Pérez Acuña, derivó nuevamente en Obregón tras un centro atrás, pero el arquero Augusto Batalla resolvió muy bien atrapando el remate a quemarropa. Recién sobre el final de la etapa, cuando mermó la presión del visitante, River consiguió llevar peligro al arco contrario. A los 20 tuvo la primera chance mediante un muy buen centro de Ignacio Fernández que superó tanto al arquero César Rigamonti como a Alario.
Sobre el final, el Millonario tuvo dos buenos intentos cuando ya manejaba el balón con mayor soltura en los últimos metros. Dos buenos remates de Fernández pasaron cerca de los ángulos superior izquierdo y derecho a los 39 y a los 44, respectivamente. Si bien terminó mejor, el local no encontraba su mejor nivel colectivo y sus atacantes aparecieron esporádicamente en el juego.
El segundo período comenzó bastante cerrado, con River intentando sin profundidad y Quilmes esperando en su campo. Aun así, a los 7 minutos, el local contó con un tiro libre que movió rápidamente para dejar mano a mano a Sebastián Driussi con el arquero, pero Rigamonti ahogó el grito de gol con un buen achique. Al minuto siguiente lo tuvo Andrada en el arco de enfrente, pero definió tímidamente y Batalla evitó la caída de su valla.
El partido se comenzó a definir con el ingreso del uruguayo Rodrigo Mora a los 25 minutos, ya que un minuto más tarde le robó la pelota a Matías Orihuela en la salida, envió un centro desde la derecha al segundo palo, Driussi la bajó de cabeza y Alario abrió el marcador con un tanto de goleador. A partir de entonces, se acabó el partido. River manejó los tiempos, Quilmes buscó la igualdad y el equipo comandado por Gallardo lo liquidó de contraataque. En una réplica que fue de derecha a izquierda, Driussi terminó asistiendo a Alario para que definiera a colocar al ángulo inferior izquierdo y estableciera el resultado final a los 41.
Los fundamentos
No lo aprovechó
Quilmes desplegó buen fútbol en los minutos iniciales por las bandas de la mano de Da Campo y Obregón, por donde aparecieron las chances más peligrosas. Por su lado, River se acomodó con el correr del reloj y con eso al Cervecero ya se le hizo imposible lastimar.
Generó pero decayó
Ignacio Fernández fue el generador del Millonario en la primera etapa. Abasteció cuando pudo a Driussi y a Alario, sin embargo después decayeron en su rendimiento, les costó generar y encontrar pequeñas sociedades, eso fue materia para corregir en el complemento.
Jugó su papel
El mal estado del terreno por las intensas lluvias tuvo un rol protagónico en el complemento, algo que se reflejó en la pérdida de fuerza y rendimiento de los jugadores y eso fue una desventaja para los dos equipos. River, con la ventaja sólo le quedó aguantar defendiendo la victoria.
LUCAS ALARIO
El goleador lo toma con calma
Contento por el doblete que le posibilitó a su equipo quedarse con el triunfo, Lucas Alario analizó la victoria ante Quilmes y dijo que más adelante se verá si están para pelear el campeonato. “El primer tiempo no fue bueno para nosotros, en el segundo nos encontramos y llegamos con más profundidad al arco rival. Después veremos si estamos para pelear o no”, soltó.
“Me voy contento porque el equipo ganó. Tiramos todo para el mismo lado, obvio que como delantero siempre sirve convertir y por suerte pude para que el equipo gane. Dentro de la cancha formamos un grupo a pesar de que individualmente tenemos jugadores que están pasando por un buen momento. Cuando nos toca defender, defendemos todos. Cuando nos toca atacar, atacamos todos”, siguió Alario, que llegó a nueve tantos en el torneo. Y cerró: “Me da gusto pasar por este momento, estoy muy bien acá y contento”.